Es un gusto para mí estar nuevamente con ustedes, queridos y apreciados lectores. En esta oportunidad, quiero compartir una nueva sesión fotográfica junto con un breve relato sobre cómo transcurrió mi día, que fue bastante productivo y lleno de buenas sensaciones.

La mañana estuvo dedicada completamente a los quehaceres del hogar. Aproveché el tiempo para ponerme al día con algunas tareas pendientes y, luego de terminarlas, salí a la tienda a comprar un energizante que me diera el impulso necesario para entrenar por la tarde.

Ya en horas de la tarde, me dirigí al parque como de costumbre, listo para practicar y disfrutar del ambiente. Comencé con algunos trucos sobre la barra, aprovechando el momento mientras mis manos resistían el balance y la fricción. Una vez que sentí que ya no podía continuar con los trucos, decidí pasar a la rutina de entrenamiento.

Como el día lunes había trabajado tensión en planchas, esta vez enfoqué la sesión en el empuje. Realicé ejercicios como push-ups en handstand, negativas desde handstand a straddle planche, aguantes a 90 grados y varias progresiones de plancha. Fue una rutina intensa, pero muy satisfactoria.

Así culminó mi jornada de entrenamiento: con buenas sensaciones, esfuerzo constante y avances que poco a poco se van haciendo más evidentes. Es un placer poder compartir este proceso con ustedes.

Sin más nada que decir, nos vemos en una próxima publicación.