¡Hola a todos! Me alegra muchísimo volver a escribirles y compartir un poco de esta nueva etapa que estoy viviendo. Siempre es un gusto poder conectar con ustedes a través de estas palabras y mostrarles parte de mi proceso.

Hoy quiero hablarles de una sesión fotográfica que hice después de entrenar, como parte de este regreso al gimnasio. En esta jornada trabajé pecho y tríceps, una combinación que realmente pone a prueba la resistencia y la técnica. Fue un entrenamiento exigente, pero satisfactorio.

Aunque ya había tenido experiencia entrenando en el gym hace algún tiempo, estar de vuelta ha sido todo un redescubrimiento. Recordar cómo ejecutar ciertos ejercicios, volver a familiarizarme con las máquinas, y sobre todo, reconectar con esa disciplina que el gimnasio exige, ha sido un reto que estoy disfrutando.

No les voy a mentir, hay ejercicios que me cuestan más que otros, especialmente los que requieren mayor control o fuerza específica. Pero en lugar de frustrarme, estoy tomando cada obstáculo como una oportunidad para crecer. Día tras día siento cómo mi cuerpo se adapta, y eso me motiva a seguir.

Mi intención con esta nueva etapa no es solo ganar fuerza, sino también moldear un poco más mi cuerpo y lograr un equilibrio con la calistenia, que sigue siendo una parte esencial de mi vida. No pienso dejar el Street Workout—es mi pasión y el camino hacia un sueño que tengo muy presente. Con la ayuda de Dios, sé que todo llegará a su tiempo.

Gracias por leerme y por acompañarme una vez más en este viaje. Cada paso, por pequeño que sea, cuenta. ¡Nos vemos pronto en una próxima publicación, con más avances, experiencias y mucha motivación!