ASFALTO, TIERRA Y ATARDECERES








Llega un martes más y la tarde espera por mi, el vapor caliente del asfalto qué baña mi cuerpo en calor y humedad, un cansancio presente y un ritmo agitado qué me dice que comencé a correr muy rapido, más adelante el parque con sus frondosos árboles hace que al viento acaricie mi cara, y el olor a tierra y grama mojada me hace disfrutar los olores de la naturaleza en su ir y venír con el viento.
Pero allí esta la vereda en tierra marcada por las incontables veces que los corredores dejan allí su mejor esfuerzo, y mis pies al pisar la grama y la tierra entraron en un relax qué no me hace extrañar pata nada el asfalto dejado atrás.
Más adelante un olor a humo o más bien a leña quemada me hace recordar los viajes de mi niñez al pueblo de mi familia materna.
Al llegar al parque Bolívar qué es la nueva área del parque fui bendecida con el atardecer, lo siento, me pare por escasos 30 segundos, ese atardecer merecía una foto que no muestra la belleza de lo real que fue.
Hoy corrí una distancia de 10 kilómetros, muy suaves, con calor y humedad, pero entrar al parque me distrajo mucho tanto así que se me olvido el cansancio con el que comencé a correr.
Al finalizar me tome unas fotos con mis amigos, aunque corrimos juntos pero cada quien a su ritmo, tenía mucho tiempo que no hacía ruta con ellos.
Realmente lo disfrute
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¿ᴺᵉᶜᵉˢᶦᵗᵃˢ ᴴᴮᴰ? ᵀᵉ ˡᵒ ᵖʳᵉˢᵗᵃᵐᵒˢ ᶜᵒⁿ @ruta.loans