Es un verdadero placer estar nuevamente con todos ustedes, queridos y apreciados lectores. Siempre es gratificante poder compartir un poco de mi día a día, mis experiencias y reflexiones con quienes siguen de cerca este camino del Street Workout y el bienestar físico.

El día de hoy quiero traerles una publicación un tanto especial, ya que tuve la grata sorpresa de reencontrarme con un gran amigo que había estado fuera del país por un largo tiempo. Me refiero a mi buen amigo Jesús Rangel, con quien compartí muchos entrenamientos y momentos memorables antes de su partida.

Después de tanto tiempo, finalmente ha regresado, y como no podía ser de otra manera, decidimos reunirnos y retomar nuestras rutinas de entrenamiento juntos. Fue un momento lleno de nostalgia, pero también de motivación, ya que ambos hemos seguido caminos distintos, pero con el mismo objetivo: mejorar cada día.

Optamos por realizar una pequeña rutina básica, ya que ambos veníamos algo cargados físicamente. Jesús por el viaje y el proceso de readaptación, y yo por los exigentes entrenamientos de la semana en el gimnasio. Sin embargo, no dejamos que eso nos detuviera. Sabemos que el progreso no espera, y por eso, aunque fuera algo ligero, decidimos seguir avanzando.

Entrenar junto a alguien que comparte tu pasión siempre da un impulso extra. La energía que se genera, el apoyo mutuo y los recuerdos que vuelven a la mente hacen que el entrenamiento se convierta en algo mucho más que ejercicio físico: se transforma en un reencuentro con uno mismo y con los valores que nos inspiran.

Sin más que agregar por el momento, me despido con la satisfacción de haber compartido esta experiencia con ustedes. Gracias por estar siempre presentes y ser parte de este camino. Nos vemos en la próxima publicación, con más anécdotas, entrenamientos y motivación para seguir creciendo juntos.