The day cat B started writing. / El día que el gato B comenzó a escribir. [ENG /ESP]

[ESP]

El día que el gato B, comenzó a escribir.
Lo trajeron a casa sin bigotes. Cabía en el bolsillo de mi camisa. No lo quise al principio. Yo estaba de luto por la gata N, quien había muerto asfixiada frente a mi. Yo había jurado que después de la gata N no volvería a tener un animal en casa. Demasiado dolor en esa pérdida.
Una amiga encontró al gato B en atrapado en una bolsa justo al lado de la alcantarilla. Lo escuchó maullar y lo sintió moviéndose dentro de la bolsa. Fue hacia allí, abrió la bolsa y lo encontró. Solo, indefenso, acobardado...
Cómo no tenía espacio en su casa para tenerle, decidió llevarlo a la mía. Sabía de mi dolor por la muerte de la gata N y pensó que tal vez, la adopción de otro podía ayudarme a superarlo.
Cuando lo sacó de su bolsa para mostrármelo, el gato B era un especimen flaco, feo y con los bigotes cortados de remate. Me miró y lanzó un chillido de gato desesperado y hambriento.
Yo me negué a aceptarlo. Un NO rotundo. Y mi amiga me insistió hasta el cansancio. Pero yo era fuerte en mi postura. No es No. Entonces me sobornó con un acuerdo: el gato B solo estaría en casa durante tres días. En ese plazo de tiempo ella ya habría encontrado a un dueño. El caso era no dejarlo en la calle.

Acepté, no porque quería al gato sino porque la insistencia de mi amiga ya se volvía poco soportable. Le dije que si al tercer día no había aparecido dueño, pues yo lo ponía de patitas en la calle.
Y así fue como el gato B, media hora después, dormía sobre mi sofá con la barriga llena de leche que le había puesto en un platico.
Al día siguiente, el gato B me seguía a todas partes con su constante gritería por hambre. Yo lo miraba y le decía que no se atreviera a mostrarme ni una gota de amor, de afecto de ese manipulador que tienen los de su especie.
Me seguía a todas partes. Y yo trataba de ignorarlo. Le daba su comida y ya. En la segunda noche, su concierto de maullidos amenazaba con romper la tranquilidad nocturna de mis vecinos. Maullaba y maullaba sin parar. No podía concentrarme en escribir. Así que, lo cogí y lo puse sobre mis piernas. Se calló instantáneamente y al poco rato se durmió. Yo trabajé buena parte de la madrugada. Casi al amanecer me fui a la cama. Dejé la laptop abierta, en el mismo punto dónde había dejado la obra que estaba escribiendo. Y me fui a dormir.

El gato B se quedó dormido en la silla.
Al día siguiente, sobre las diez de la mañana me desperté por culpa de los chillidos del gato B. Fui hasta el cuarto- escritorio, abrí la puerta y siguió detrás de mi.
Me hice el primer café del día y volví taza en mano a continuar mi obra.
Y ahí vino la sorpresa. La página que había dejado en blanco tenía los siguientes caracteres:"...
hskdfvrejdnfbdkd djdbddbdjxbdjxbxbxjxjxjdnfnfkdfkfbdkdnf dnd dbdndbddbdjdkxjxbsjsjdksjddnskxbdbfksnsldld xbsjdbdnd dkdnddkddndjxkxnxbx dbdnddb ddjdbdbbd djdbddkdkcnfifbfixfndkosdjdlsnf dskdbbduddndkdkdndkdkndndkdbd xbdbdbdjd zbdbdbd.... "

Yo pensé que había Sido invadido por un virus informático. Revisé en los antivirus y todo estaba correctamente. Así que, descarté el incidente. Trabajé toda la mañana en la obra. Con el gato B dormido y ronroneando sobre mis piernas. A mediodía fui hasta la cocina a preparar almuerzo para ambos.
Abrí una lata de sardinas y esperé que por el olor, mi inquilino llegaría corriendo hasta mi lado. Pero no fue así.
Fui hasta el cuarto- escritorio y encontré la sorpresa. El gato B, con aquellas patitas diminutas, caminaba plácidamente sobre el teclado. Las letras, en su desorden, se quedaban en medio de mi obra.
En la noche del tercer día regresó mi amiga, feliz por haber encontrado a un dueño para el gato B y también feliz por demostrarme que no había faltado a su promesa.
Me dijo que venia a buscar al gato. Y yo, que ya lo había asumido como mío le dije: El gato B no es un gato cualquiera, el gato B, es escritor más original que antes se haya conocido.
Y aquí está, dos años después, acostado sobre mis piernas mientras escribo este post. Espera paciente el momento en que me levanto para agregar su parte en el relato:
"Hajdfnrbdjdkskdbsksbd dbdjdksndfnpsdbfosnd djdbdbf dksdbf dbskdbd sbdjdbe skdbdaldbaldbsms f skdbdksnsjdsndkdnskdbsnskdidhdifndlznsbkdwkdbsj"