El pastor. Historia corta

A través de la ventana del restaurante, Don Isidro veía los juegos mecánicos con atención, hacía 5 años que se había separado de su esposa y apenas empezaba a sentir un poco mejor. Su mujer le había sido infiel no sin antes privarlo de intimidad durante más de dos años. Debatió durante un par de meses entre dejarlo todo o perdonarla. Sin embargo ella nunca expresó el menor remordimiento, ni arrepentimiento hasta el grado que dejó mejor. Muy tarde se dio cuenta de que no solamente había perdido el amor de su vida sino también a sus amadas ovejas. Qué vergüenza tan grande para un pastor de la iglesia ser víctima de adulterio. Si no tengo el liderazgo para mantener a mi esposa fiel, tampoco lo tengo para decir la iglesia de Dios, se dijo mientras empacaba su ropa.
Me puede explicar señorita Por qué hay tanta gente damnificada en Puebla?
Le preguntó a una chica con aspecto humilde.
Lo perdimos todo con la inundación, señor. He estado buscando trabajo pero no he logrado encontrar nada.
Y dónde vives criatura. Preguntó al ver que estaba algo sucia.
Ah mira, pues he andado de aquí para allá. Pero bueno ayer pude dormir en el patio de la iglesia, pero en cuanto el sapistán me vio me corrió desde muy temprano.
Entiendo. Pensó Don Isidro mientras trataba de adivinar la edad de la chica. Recientemente había cumplido los 60 años y ella se veía bastante joven.
Cuántos años tienes? se atrevió a preguntar al fin mientras su corazón latía fuertemente.
El próximo domingo cumpliré treinta, señor.
Ah caray, yo pensé que eras un poco más jóven.
Oh! gracias, que amable.
Don Isidro, que por naturaleza era muy bueno en oratoria, no dijo nada por un buen rato hasta que lo que dijo sonó torpe y extraño aún para él.
Te gustaría ser mi esposa por unos días.
De inmediato trató de rectificar, pero la joven ya había aceptado la propuesta.
Siguieron platicando por un rato más hasta que don Isidro se dio cuenta de que la chica tenía hambre pues sus tripas están haciendo ruido.
Creo que mejor nos vamos a cenar y después a la casa si te parece.
Ambos comieron por toda prisa, en la mañana como si esa fuera la primera comida del día.
A partir de ahí empezaron a ser pareja, no firmaron ningún papel, ella te va a la comida y le lavaba la ropa, le echaba lonche y lo cuidaba cuando estaba enfermo, él cuidaba que no faltaba nada en el hogar y ambos gustaban de intimidad bastante seguido. Así estuvieron aproximadamente durante 2 años hasta que un día ella le dijo que iría a Monterrey a casa de una prima. Él la bendijo y la agradeció todo el tiempo que estuvo con él. Sin embargo, seis meses más tarde, ella regresó junto con su prima a la casa de domicilio. Desde entonces los tres viven juntos. Seguido la gente habla a sus espaldas pero ellos no hacen caso y siguen con su vida.
Historia corta y fotografía
Apa, así es la vida y pues el amor tiene sus matices, excelente aporte...
Así es la vida.
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