Verde que te quiero más verde

En la dulce espera de verte crecer, a todos le muestro tus progresos de crecimiento, cada vez te falta menos para verte florecer, pero es yo quiero verte. Y como me emocionan tus logros, cada hoja aportada, cada centímetro hacia arriba. Eres el centro de mis álbumes fotográficos.

Temo por tu destino, que seras arrancada al ver tu belleza. ¿Quien se atrevería a robarte de mi?

Yo te quiero verde, grande y hermosa, pulmón de aire de castillos y duendes, tengo historias para contarte mientras el agua nutre tu raíz, que se aferra fuerte entre la tierra.

Amuñungar tus hebras de fino verde perlado, es lo que me provoca cada mañana. Como el padre que abraza al hijo al despedirlo para la escuela, deseando que en su día escolar; adquiera los conocimientos que le servirán en el futuro.

Eres el hijo de la semilla que llego por casualidad a la tierra fértil de la jardinera, para ser cuidada y observada en su verde atardecer.

De repente tus hojas parecen parras, que cubrieron el cuerpo del primer hombre en la tierra, bendecida de bondad y amor.

Así es el amor de los padres por sus hijos llenos de: el será, el podrá , el lo logrará. Siempre esperando que ellos cumplan nuestros sueños.

El verde color, no es el azul del cielo, ni el del mar, ni el marrón de la ocre tierra, tiene su propio brillo y luz, que lo distingue de todo.