I recently discovered a new travel agency that organizes excursions to beaches, rivers, campsites, and places of interest in the province of Santiago de Cuba. Since I’m from Holguín, I got really excited about the idea of exploring a bit beyond my usual surroundings.
(To give you an idea, it’s about 140 kilometers from Holguín to Santiago, which means around five hours by bus, including the typical stops along the way.)

When I saw there was a scheduled trip to the Santiago Aquarium, I didn’t hesitate for a second. I had gone once as a child, but barely had any memories… So I decided to relive the experience — this time with my mom.

After a long but cheerful journey, we arrived at the aquarium. Although the place no longer has all the splendor it once did, it still holds a certain charm. I thought it was great that the entrance fee for locals was super affordable. They had separate pricing for foreigners, but it was still quite accessible.

Right as we walked in, we stumbled upon something unexpected: a worker holding a young crocodile in his arms. Some people dared to touch it (not me), others ran away in fear, but we were all amazed.

After that, I started walking around the ponds, where I took some beautiful photos of the aquatic turtles, calm and majestic.

I climbed up to the observatory, and from there I had a gorgeous view of the sea, with a breeze that—though light—gave me a brief but welcome break from Santiago’s intense heat.

I stopped by the café to cool down with a nice cold beer, because that Santiago sun shows no mercy. At 10:30 a.m., the moment we’d all been waiting for began: the dolphin show.

It was the first time I’d ever seen a dolphin up close, and I was filled with emotion. What caught my attention was that there was only one, and it was already 60 years old. Knowing it had spent its entire life in captivity left me with a bittersweet feeling… I wondered how many times it had repeated that same show.

Even so, it was a beautiful experience. Children rode on a small boat that floated around the pool while the dolphin escorted them. And then came my favorite part: we got to take a picture with him!

And the most impressive thing was that, as we posed for the photo, I got to touch the dolphin for the first time. I had always imagined it would feel softer… but no, its skin was firm, almost rough, and that really surprised me. It was one of those sensations you never forget.

The aquarium used to have several areas with fish on display, but nowadays, that part has mostly disappeared. Still, I believe the place keeps a special kind of magic, and it’s worth visiting at least once.

If you're in Holguín or nearby provinces and you enjoy exploring places full of history, nature, and a touch of nostalgia, I definitely recommend this excursion to the Santiago de Cuba Aquarium.

Bring water, sun protection, a camera, and a big desire to experience something different.

It might not be the most modern aquarium in the world, but it's a corner full of stories and emotions.
And who knows… maybe in the future, with more support, it will shine again like it once did.

Versión en Español

Hace poco descubrí una nueva agencia de viajes que organiza excursiones a playas, ríos, campismos y sitios de interés en la provincia de Santiago de Cuba. Como soy de Holguín, me emocionó mucho la idea de explorar un poco más allá.
(Para que se hagan una idea, desde Holguín hasta Santiago hay unos 140 kilómetros, lo que se traduce en unas cinco horas en autobús, con sus respectivas paradas, claro está).

Cuando vi que había una gira programada al Acuario de Santiago, no lo dudé ni un segundo. De niña había ido una vez, pero apenas tenía recuerdos… Así que decidí revivir la experiencia, esta vez con mi madre.

Después de un largo pero animado trayecto, llegamos al acuario. Aunque el lugar ya no conserva todo el esplendor de otros tiempos, sigue teniendo cierto encanto. Me pareció genial que la entrada para los nacionales fuera súper económica, y también tenían precios diferenciados para los extranjeros, pero aún así bastante accesibles.

Apenas entramos, nos topamos con algo que no esperábamos: un trabajador sostenía un cocodrilo joven en brazos. Algunos se atrevieron a tocarlo (yo no), otros salieron corriendo del susto, pero todos estábamos impresionados.

Después de eso, comencé a recorrer los estanques, donde tomé fotos hermosísimas de las tortugas acuáticas, tranquilas y majestuosas.

Subí al observatorio y desde ahí tuve una vista preciosa del mar, con una brisa que, aunque ligera, me salvó por unos minutos del calor sofocante de Santiago.

Pasé por la cafetería a refrescarme con una cerveza bien fría, porque el calor santiaguero no da tregua. A las 10:30 a.m., comenzó lo que todos estábamos esperando: el show del delfín.

Era la primera vez que veía un delfín tan cerca, y me llenó de emoción. Me llamó la atención que solo había uno, y que ya tenía 60 años. Saber que ha pasado toda su vida en cautiverio me dejó una sensación agridulce… pensé en cuántas veces habrá repetido ese espectáculo.

Aun así, fue una experiencia hermosa. Los niños se subían a un barquito pequeño que navegaba por la piscina mientras el delfín los escoltaba. Y al final, mi parte favorita: ¡pudimos tomarnos una foto con él!

Y lo más impresionante fue que, al momento de posar para la foto, pude tocar al delfín por primera vez. Siempre imaginé que sería más suave al tacto… pero no, su piel era firme, como áspera, y ese detalle me sorprendió muchísimo. Fue una de esas sensaciones que no se olvidan.

Antes, el acuario tenía varias áreas con peces en exhibición, pero hoy en día, queda poco de esa parte. Aun así, creo que el lugar conserva una magia especial y vale la pena visitarlo al menos una vez.

Si estás en Holguín o provincias cercanas, y te gusta explorar lugares con historia, naturaleza y un toque de nostalgia, te recomiendo esta excursión al Acuario de Santiago de Cuba.

Lleva agua, protección solar, cámara y muchas ganas de vivir una experiencia diferente.

Tal vez no es el acuario más moderno del mundo, pero es un rincón lleno de historias y emociones.
Y quién sabe… quizás en el futuro, con más apoyo, vuelva a brillar como antes.

Source
All the photos are taken and edited by me on Snapseed.
Translated with DeepL.com (free version)

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