Toda persona de 20 años debe vivir esto | Every 20-year-old should experience this

Cada día más independiente, y eso requiere responsabilidad.

Aquí estoy un jueves por la noche contándote sobre como es tener 27 años, siendo cada vez más independiente de todas las formas posibles, mis hallazgos, logros y desaciertos.

He estado encargándome de la casa por completo, la verdad es algo que no es imposible, y de hecho, me gusta. Pero me hace entender muchas cosas, como por ejemplo que el nivel de organización debe llevarse a extremos.

No soy una persona que lleva la clásica vida de salir a trabajar todos los días. Yo trabajo a través de Internet (también soy proveedor de frutas en el mercado de la ciudad), con un horario que ajusto de acuerdo a mis estudios universitarios. Decidí continuar estudiando para ser Licenciada, ya tenía un TSU (Técnico Superior Universitario), e incluso, ejercía mi carrera en una oficina siendo administrador. Hasta que un día todo cambio, simplemente quise empezar un nuevo camino.

Me inscribí en la universidad, y después de intentar unas cuantas cosas, di en el clavo descubriendo lo que quiero hacer con mi vida.

En el proceso me he convertido en una especie de hippie que quiere ser no solo independiente como adulto (algo que se convierte en una lucha debido a las condiciones en las que se encuentra mi país), sino también a ser independiente del Estado.

Este camino no es sencillo, así que siempre estoy buscando formas de organizar mi tiempo. Mientras escribo sobre ello.

Esta vez me encontré con la enorme tarea de cuidar mi hogar por completo. ¿Y cómo me ha ido con ello? No ha sido fácil, pero, tampoco algo de otro mundo. Descubrí que todas las enseñanzas de mi madre dieron frutos, soy un adulto funcional que puede encargarse de sí misma sin fallar en el proceso.

Ya sabía que podía ser independiente de forma financiera, porque puedo cubrir mis gastos. Solo no conocía cuál era mi capacidad para encargarme de todo en hogar, incluyendo mascotas, plantas. Y ahora que lo sé esto ha aportado un valor importante a mi experiencia de vida.

Siento que me ayudo a afrontar mi miedo interior. La soledad, y descubrir si estoy preparada para ese camino que emprendo poco a poco.

Hace unos meses estaba llena de dudas. Mi mente quizás me saboteo, pero, de eso, se trata la vida. Está bien, si le temes a algo, solo no te quedes parado allí como estatua sin hacer nada. Me arriesgué a probar la independencia sin pausas, sin trampas, y eso me hace sentir bien.

Ahora creo que puedo tomar más decisiones sobre mi vida, lo que me hace pensar en pequeños cambios dentro de mí. Esto es lo que se supone que debes vivir a los 20 años. Y sé que te preguntas "¿se supone? ¿Debes?". ¡Sí! Cada persona en el mundo debe estar totalmente solo por un tiempo para que pruebe la independencia. Nos cambiaría la forma de pensar a muchos.

Te hace ir más allá, comprender lo que esperas de una pareja, desde un punto de vista diferente al tradicional (tener hijos, compañía, alguien que haga las cosas por mí o me mantenga). Viene a tu mente una persona que pueda aportar, alguien con quien puedas compartir responsabilidades, no porque tú no puedas llevar a cabo una determinada actividad, sino porque esa persona será tu mejor amigo, tu equipo.

También piensas quizás en la soledad. Una idea que no todos abrazan. Pero que tampoco está mal, solo, te detienes, y dices, puedo con esto, y solo estaré con esa persona indicada para mí. Si no llega, no hay problema. Porque sabes que no es por necesidad, sino por amor.

Aprendes que quieras o no debes hacer las cosas. Depende de ti, no hay nadie que haga las cosas por ti, así que ve y prepara el desayuno, sirve agua en las jarras de la nevera para que se enfríen, haz el mercado mucho antes de que acabe, alimenta bien a los gatos, trabaja, administra bien el dinero... Y una lista que parece no tener fin, aunque si eres organizado es pan comido.

Creo que entendí el verdadero significado de hacer quieras o no, ese que vi una vez en un vídeo. Para mí era, lo puedo hacer después, solo que, no hay después, es ahora.

De allí quizás es que los adultos de 40 años en adelante son tan insistentes con que hagas las cosas al momento que te lo dicen. Y lo admito, yo soy una palmera relajada en la playa que hace las cosas a su ritmo, y a veces las deja para el día siguiente.

Hasta que te das cuenta de que no puedes procrastinar tanto a la vez. No hay nadie aquí que te diga que hacer, eres tú ahora quien te dice que hacer. Tu propio jefe, y a tiempo completo.

Es bastante interesante, asusta, y también es emocionante. Así que aquí estoy después de un largo día escribiendo un poco en mi blog para ponerme a estudiar un poco y leer un libro.

Termina el día. Es muy diferente a muchos de mi vida.

Había algunos donde pensaba, ¿qué hice el día entero? Siento que no hice nada. Porque cada mes es diferente y algunos días se acaban más rápidos que otros. Pero, estos días han sido distintos porque me he visto obligada a organizar de forma estratégica el día, e inclusive, a veces ni siquiera organizo porque no me da tiempo, improviso.

Al final de todo esto, cuando me voy a la cama, pienso en lo increíble que fue, pero sobre todo en esa satisfacción de logro, en esa misma de que pude con todo y más.

Por lo que, cada persona que tenga 20 años debe vivir esa experiencia. Quizás habría unos cuantos problemas menos en el mundo. Las personas apreciarían todo mucho más, y vivirían una experiencia que es maravillosa.