[ENG-SPN] Villalba de los Alcores: The Templar Fortress of Silence / Villalba de los Alcores: La Fortaleza del Silencio Templario

Someone once said, surely influenced by the concerns of that dreamer of roads, Rudyard Kipling, that adventure is adventure. On this occasion, I invite you to take part in a historical adventure, traveling to a remote place in Castile, located north of the mysterious Montes Torozos and very close to the border with Palencia: Villalba de los Alcores.

In Villalba de los Alcores, we find a village where the Knights Templar, undoubtedly dependent on the powerful commandery of Villalcázar de Sirga, severely affected by the devastating earthquake of 1755 that also nearly wiped a city like Lisbon off the map, left for posterity one of those curious churches, whose labyrinthine stones not even time and humankind's passion for belittling beauty could destroy, or at least not completely destroy, despite having been removed from worship for over two hundred years and having also served as a granary and habitat for tools and livestock.

Given that its authorship is beyond doubt, regardless of whether or not documentation exists, its very name, Saint Mary of Temple, indicates to us, apart from its strange fortified design—an impression that becomes more noticeable in the western area, whose restless bell tower now serves as an improvised frame for the intense Castilian skies—that it was these knights, disgraced by the ambition of a king in collusion with a pusillanimous Pope, who erected it, perhaps executing, on the ground, part of a spectacular symbolic geometry, which would reach nearby and significant places, such as the church of Saint Cebrián of Mazote, with the Holy Grail represented in one of its interior capitals, or the masterful monastery of Holy Thorn, places that fell within the transcendental influence of the pilgrimage routes leading to Santiago de Compostela.

Alguien dijo una vez, seguramente influenciado por las inquietudes de aquel soñador de caminos que fue Rudyard Kipling, que la aventura es la aventura y en esta ocasión, les invito a participar en una aventura histórica, desplazándonos hacia un remoto lugar de Castilla, situado al norte de los misteriosos Montes Torozos y muy próximo a la frontera con Palencia: Villalba de los Alcores.

En Villalba de los Alcores, nos encontramos con un pueblo en el que los caballeros templarios, sin duda dependientes de la poderosa encomienda de Villalcázar de Sirga, gravemente afectada por el desgarrador terremoto de 1755 que a punto estuvo también de borrar del mapa a una ciudad como Lisboa, dejaron para la posteridad una de esas curiosas iglesias, cuyas laberínticas piedras, ni siquiera el tiempo y la pasión del hombre por menospreciar lo hermoso consiguieron destruir, o al menos, no destruir del todo, a pesar de llevar algo más de doscientos años retirada del culto y haber servido, además, como granero y hábitat de aperos y de ganado.

Dado, que, de su autoría no cabe la menor duda, independientemente de que exista o no documentación al respecto, su mismo nombre, Santa María del Temple, nos indica, aparte de su extraño diseño fortificado, impresión que se nos hace más notable en la zona de poniente, cuya desasosegada espadaña sirve ahora como improvisado marco a los intensos cielos castellanos, que fueron estos caballeros caídos en desgracia por la ambición de un rey en connivencia con un Papa pusilánime, quienes la levantaron, ejecutando, quizás, sobre el terreno, parte de una espectacular geometría simbólica, que alcanzaría lugares cercanos y significativos, como la iglesia de San Cebrián de Mazote, con el Santo Grial representado en uno de sus capiteles interiores o el magistral monasterio de la Santa Espina, lugares que entraban dentro de la influencia trascendental de los caminos de peregrinación que se dirigían hacia Santiago de Compostela.

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