[ENG-SPN] Anchored in the Jalon Gorges / Anclado en las hoces del Jalón

Anchored on the banks of those formidable gorges formed by the Jalon River as it passes through the communities of Soria and Guadalajara and which, for some years now, has watched with melancholic parsimony, as the poet Verlaine would say, the ghostly passage of high-speed trains heading towards France, a picturesque little village named Somaen draws the attention of occasional travellers, who, obeying an impulse, abandon the routine of the motorway to come closer, seeking, at the very least, a gratifying visual adventure.

Its old houses, anchored like sweet little fishermen's boats on the banks of that metaphorical port that are its monumental cliffs, still preserve, despite the irreversible attacks of that deceiver of civilisations, which, without a doubt, is time, a good part of that rural and eminently functional architecture that characterised and continues to characterise a good part of that resilient Spain that refuses to die.

That is why, climbing its narrow streets, distributed like traditional terraces according to the surrounding circumstances, is rewarded by the experience of a multitude of sensations, the effect of which frees us, momentarily, from that unsupportive environment that characterizes large cities, also giving us something so essential for the spirit, such as an opportune and dignified moment of peace.

Anclado a la vera de esas formidables hoces que forma el río Jalón a su paso por las comunidades de Soria y Guadalajara y que, de unos años a esta parte, observa con melancólica parsimonia, como diría el poeta Verlaine, el paso fantasmal de los trenes de alta velocidad que se dirigen hacia Francia, un pintoresco pueblecito, de nombre Somaén, llama la atención de los ocasionales viajeros, que, obedeciendo a un impulso abandonan la rutina de la autovía, para acercarse, buscando, cuando menos, una gratificante aventura visual.

Sus viejas casas, fondeadas como dulces barquitas de pescador a la vera de ese metafórico puerto que son sus monumentales riscos, conservan, todavía y a pesar de los irreversibles ataques de ese burlador de civilizaciones, que, no les quepa duda, es el tiempo, buena parte de esa arquitectura, rural y eminentemente funcional, que caracterizó y que continúa caracterizando a buena parte de esa España resiliente que se niega a morir.

Por eso, ascender por sus estrechas callejas, distribuidas como terrazas tradicionales a las circunstancias del entorno, tiene, como recompensa, la experiencia de multitud de sensaciones, cuyo efecto nos libera, momentáneamente, de ese ambiente insolidario que caracteriza a las grandes ciudades, brindándonos, también, algo tan esencial para el espíritu, como es un oportuno y digno momento de paz.

NOTICE: Both the text and the accompanying photographs are my exclusive intellectual property and therefore, are subject to my Copyright.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.