Niepce, tanta magia que desconocemos [Esp-Eng]

avatar
(Edited)

Niepce, tanta magia que desconocemos [Esp-Eng]

Me costó entenderte más allá de la pared invisible del tiempo y sus murmullos. Sentado ahí, casi sobre tu propia sombra, con el árbol de naranjo y ciertas dosis de alquimia, esperando otro milagro que sin saberlo sacudiría el mundo.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces. Ya no nos escondemos entre telas muy negras que, tras el estruendoso flachazo, dejaba congelada una imagen como fuera.
Ya nadie se acuerda de la ingratitud de Daguerre, de cómo tuviste que morir para que moldeara el contrato a su favor. Yo no soy él, Niepce; no olvido a los muertos. Uno es y sigue siendo por siempre cuando ha hecho algo digno. Y a ti, compadre, eso no hay quien te lo quite.
Hoy somos otros. Ya no nos encerramos en cuartos oscuros para descubrir, después del revelado, fantasmas y esencias, tonos mustios o vibrantes que desafían el aburrimiento como caricia erótica al propio ego. Somos otros. Nos creemos reyes de las sombras, príncipe de los colores, deambulantes de planos y efectos.
Ya no nos importa tanto quién aprieta el obturador. En la mayoría de los casos es solo un clic, una minúscula caricia sobre la pantalla, normalmente sin encuadre ni dosis de paciencia. Hemos desencuadrado tu legado, no sabemos de cuadrantes, nos picamos los brazos y las piernas, andamos tan apurados que la imagen se torna moviliza por seguir nuestro ritmo.
Lo importante aquí es "el resultado", piensa la manada, entiende por revelado el solo hecho de dejar constancia, raras veces el cómo. Claro, siempre hay alguien que te honra y encuentra en cámaras modernas la fascinación de sus precursoras. Entonces se zambullen en el tiempo y el espacio.
Así te vemos, Niepce. Vemos al impávido naranjo, a la prolongación infinita de la luz, más allá incluso de los años. Yo no tengo tu aliento, Niepce. La paciencia hace mucho nos las comió el estrés, pero de vez en cuando, muy de vez en cuando, me traslado a tu estudio y observo el patio. El naranjo me habla.
Ahora me pierdo en la prolongación del sol a ambos lados de la imagen. No te culpo. Diez o doce horas de exposición no podrían lograr otra cosa. Y ahí me zambullo en la justa rotación del sol que signa la primera de la fotografía de la historia, según los libros del tema. Sé que antes Da Vinci y otros sabios, inspirados a su vez en sus observaciones, experimentaron con la cámara oscura.
Incluso mucho antes, el griego Aristóteles, allá por el año 384 a.n.e, observó cómo un rayo de luz incidía por un agujero en la persiana de su cuarto y se proyectaba en la pared opuesta. Joseph Nicophore Niepce, ahora firmas el convenio con Louis Jacques Mande Daguerre. Es 1839. Ya sabemos que se portó mal, pero sí introdujo el tiosulfato de sodio como solvente de las sales de plata (Algo vital en el proceso). Y como dice el refrán: "Al César lo que es de César...".
A este último personaje también debemos la daguerrotipia (Paso esencial en la historia de la fotografía). Después vinieron otros (Fox Talbot, Saint Victor, Parker, Eastman...). Pero yo vuelvo a ti, Niepce. No en balde eres considerado el inventor de la fotografía moderna. Gracias por tu heliografía. Gracias por todos tus desvelos hasta la muerte.
Hoy sostengo una cámara antigua, aunque no tan antigua como las utilizadas en las primeras épocas de esta historia, pero sí lo suficiente para recordarme que las esencias no deben morir y que hombres como tú (y mujeres también) deben ser recordados mejor. Y es que no todos tenemos el talento y la paciencia para emplear una docena de horas en algo tan difícil como hacer arte y al unísono, quizás sin saberlo, cambiar el mundo.

Esta publicación ha sido escrita y documentada por mí, no contiene IA. Las fotos utilizadas son de mi propiedad



Niepce, so much magic that we do not know [Esp-Eng]

It was hard for me to understand you beyond the invisible wall of time and its murmurs. Sitting there, almost on your own shadow, with the orange tree and certain doses of alchemy, waiting for another miracle that would unknowingly shake the world.
Things have changed a lot since then. We no longer hide between very black fabrics that, after the thundering flatness, left a frozen image as if outside.
No one remembers Daguerre’s ingratitude, how you had to die for him to shape the contract in his favor. I am not him, Niepce; I do not forget the dead. One is and remains forever when he has done something worthy. And you, compadre, there’s no way to take that away from you.
Today we are different. We no longer lock ourselves in dark rooms to discover, after being revealed, ghosts and essences, mushy or vibrant tones that defy boredom as erotic caress of one’s own ego. We are others. We believe ourselves to be the kings of shadows, prince of colors, wandering planes and effects.
We no longer care so much who presses the shutter. In most cases it’s just a click, a tiny touch on the screen, usually without any framing or patience. We have unframed your legacy, we do not know quadrants, we prick our arms and legs, we walk so fast that the image becomes moved by following our rhythm.
The important thing here is "the result", thinks the herd, understand by revealed the mere fact of leaving a record, rarely the how. Of course, there is always someone who honors you and finds in modern cameras the fascination of its precursors. Then you dive into time and space.
So we see you, Niepce. We see the undaunted orange tree, the endless extension of light, even beyond the years. I do not have your breath, Niepce. Patience has long been eaten by stress, but from time to time, very occasionally, I move to your study and I observe the courtyard. The orange tree speaks to me.
Now I get lost in the extension of the sun on both sides of the image. I don’t blame you. Ten or twelve hours of exposure could not tame, achieve anything else. And there I dive into the correct rotation of the sun, which is the first in the history of photography, according to the theme books. I know that earlier Da Vinci and other wise men, inspired in their turn by his observations, experimented with the camera obscura.
Even much earlier, the Greek Aristotle, back in 384 A.D., observed how a ray of light came through a hole in the shutter of his room and was projected on the opposite wall. Joseph Nicophore Niepce, now you sign the covenant with Louis Jacques Mande Daguerre. It is 1839. We already know that he behaved badly, but sodium sulfate was introduced as a solvent for silver salts (something vital in the process). And as the saying goes: "To Caesar what is of Caesar...".
We also owe the daguerrotipia to this last character (An essential step in the history of photography). Then came others (Fox Talbot, Saint Victor, Parker, Eastman...). But I come back to you, Niepce. Not in vain you are considered the inventor of modern photography. Thank you for your heliography. Thank you for all your efforts until death.
Today I hold an old camera, although not as old as those used in the early times of this history, but enough to remind me that essences must not die and that men like you (and women too) should be remembered better. And is that we do not all have the talent and patience to spend a dozen hours on something as difficult as making art and in unison, perhaps without knowing, change the world.

This post has been written and documented by me, does not contain AI. The photos used are my property



0
0
0.000
23 comments
avatar

Excelente tema has traído para compartir. Me encanta la fotografía, tengo una cámara de la cual viví un tiempo pero la batería caducó. Ahora me tengo que conformar con el teléfono. Jjj. 🤗

0
0
0.000
avatar

Gracias. Me alegra te gustara. Yo también me quedé con un teléfono (y pantalla partida jjj), pero aquí lo importante es no olvidar las esencias y estoy segura que tú no las olvidas porque eres un ser sensible. Un abrazo fuerte.

0
0
0.000
avatar

Sí yo tuviera las facultades que se necesitan para curar un post, sin duda alguna curaba el tuyo. Es instructivo, pero usas un lenguaje tan rico, que no me aburre.
Mi mamá tenía, en su caja de cosas antiguas, una cámara parecida a la de tu foto, aunque creo que más pequeña. Quizás @elisabethswan pueda tomarle una foto y subirla en un comentario. Aunque ni siquiera sé si esa cámara aún existe 🥹.

0
0
0.000
avatar

Gracias querida. Muy amable. Me alegra que te gustara. Un abrazo fuerte.

0
0
0.000
avatar
(Edited)

Excelente homenaje alegórico a la fotografía y a sus grandes precursores. Felicitaciones y muchos éxitos.
Igual digo ojalá yo pudiera cura tu post. Abrazos ✨

0
0
0.000
avatar

Qué homenaje tan bello a la cámara fotográfica!
Mi mamá a veinte años tuvo una y recogió en fotos sus primeros años de casada con mi papá, toda la infancia de mi hermana, mi papá luego la llevó a Angola y allá documentó toda la guerra... Era una magia tenerlas, ahora todo el mundo tiene su móvil y es fácil, pero entonces era magia.

0
0
0.000
avatar
(Edited)

Asimismo querida. Totalmente de acuerdo. Por eso es bueno de vez en cuando embriagarnos de esa magia, aunque solo sea para recordar. Un abrazo.

0
0
0.000
avatar

Qué deliciosa manera de narrar la historia de la fotografía y sus recursos,de los genios tras el lente y de los artefactos mismos. Ha sido un placer enorme leerte. Bravoooo 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

0
0
0.000
avatar

Es conmovedora tu carta al fundador de la ciencia y el arte fotográficos. Siempre resulta honorable recordar a los pioneros, a quienes inauguran universos. Tu publicación combina en grato equilibrio la información histórica con el efluvio poético, lo cual invita tanto a los estudiosos como a los amantes de la fotografía a revisitar la biografía de este importante personaje. Bravo!

0
0
0.000
avatar

Gracias amigo. Muy amable. Viniendo de alguien que hilvana tan bien conocimientos y palabras, es un gran aliciente. Un abrazo.

0
0
0.000
avatar

Donde quiera que Niepce se encuentre, estará ajustando su caja oscura para recibir con todo orgullo al arcoíris de tus letras.
¡Magnífico modo de hacer un homenaje por los linderos de la historia!
¡Hermoso martes!

0
0
0.000
avatar

Gracias amigo. Muy amable. Un abrazo

0
0
0.000
avatar

A ti por regalarnos esa luz.
Ten un hermoso día y ¡no olvides sonreírte a ti misma!

0
0
0.000