Un día cualquiera

Los días pasan veloces, se termina el mes de enero y viene mi mes feliz, bueno es que los acuarianos nos encanta el mes de febrero. Sigo disfrutando mi jardín cada día. He quitado algunas plantas, pero siempre me dejo alguna de muestra. El agua la siguen quitando cada tantos de días y mis plantas no aguantan un día sin riego. Aunque ha estado nublado estos días, el sol sigue apareciendo.

Me lleno de trabajo para no pensar, trato de ver menos redes sociales, pero no me desconecto totalmente. Necesito estar informada, es algo natural, pero hay que filtrar lo que vemos.

Hay días muy buenos en el trabajo, se vende repuestos si los hay, pero la calidad que esta viniendo deja mucho que desear.

Estoperas de mala calidad que no duran mucho. Tratamos de comprar las mejores, pero siempre cuestan más. Pero cuando el cliente viene y ve el precio y en otro lado esta más económica no pregunta si es la china, simplemente la compra, hasta que a la semana le empieza a botar agua otra vez.

Hay diferentes calidades en los materiales que están trayendo al país. Hay repuestos con mucha durabilidad y los hay malosos de una semana. Lo sé porque nos ha pasado hasta con los capacitadores del aire acondicionado, no aguantan un bajón de luz, no están diseñados para esos trotes venezolanos.

Los precios ya lo ven le ponen ese piquito al dólar y cada vez compramos menos. Pero podemos comprar gracias al trabajo y a mi hive. También mis hijos me envían dinero cuando pueden de afuera. Yo no les pido, jamás lo haría. Pero ahora debo sacar el pasaporte venezolano que esta vencido, si quiero viajar otra vez pronto. Así que voy reuniendo.

Un día más para disfrutar mi jardín y las flores de capacho o caña la india. Así es bonita la vida con muchos colores.