A horas de cumplir 6 años en la blockchain

A pocas horas de los 6 años en este mundo virtual, aprendiendo cada día y compartiendo experiencias. Recuerdo ese día simplemente regrese del trabajo y después de la cena sentada en la computadora recogiendo la cosecha de un juego en facebook. Era un 17 de diciembre 2017.

Mi hijo menor se me acerco y me dijo que había algo en internet donde podría escribir mis historias, cuentos y de paso te van a pagar por ello. Si soy sincera, no le creí, no entendía como alguien iba a pagarme por escribir.

Y allí comenzó todo un nuevo aprendizaje, cada día esperaba a mi hijo con las preguntas e inquietudes que tenía, quería hacer los post con formato pero no sabía hacerlo. Otro día quería colocar mi firma o sello personal y el me ayudaba.

La frase que tanto le gusta al profesor @lanzjoseg "... y que la vida te trate amablemente", sé que leí en algún lado; que en la antigüedad no existía el "hola" como saludo, así que simplemente: un como te trata la vida y una despedida deseando que ésta te trate amablemente, era la forma correcta de saludo y despedida.

Y escribí mucho comenzando por mis experiencias en la escuela especial, contando la historia que todos conocen: el niño autista y el cubo mágico. Aquel primer contacto en mi pasantía con un alumno nuevo que tratando de armar el cubo Rubik, simplemente despego las calcomanías de colores y trato de pegarlas ordenadamente. Aquella pequeña trampa denotaba una inteligencia simplemente diferente. Hablamos del año 1980.

Poco a poco fui aprendiendo a mejorar los post y a escribir fluidamente contando historias de mi vida.
Resumir estos 6 años en pocas líneas me esta resultando difícil porque tengo historias súper especiales, divertidas y mágicas.

Una de las que me encanta era cuando mi hermana hacia lo que yo llamaba reparaciones telefónicas. En una ocasión la llama una prima y le describe la falla que tiene la lavadora, ella le da algunas indicaciones para que haga pruebas.

Después de varios intentos sin detectar el problema, le dice que vaya a la cocina y agarre el cuchillo más delgado. En ese punto todos los que estábamos al lado de ella nos miramos la cara. Yo solo atine a decir en forma de chiste; va a matar la lavadora. Mete el cuchillo en el huequito y prendió.

Salir a caminar con mi mascota Nano era muy divertido, siempre había fotografías para traer y compartir de sus andanzas.

También les estuve contando de que a mi me suceden cosas especiales pero muy extrañas. En forma inexplicable, cada vez que deseaba localizar a una persona esta se aparecía en mi vida con solo pedirlo.

Es así como le conté historias de cuando trate de localizar a un ex-compañero del Colegio Humboldt de Oriente para un reencuentro escolar que estaba organizando. Faltando pocos días y no lograba comunicarme con él. Mi papá me envía a comprar huevos a un local no muy cercano, mientras voy manejando pienso en preguntarle al dueño si por casualidad conoce a la persona que estaba buscando. Se haré corta la historia, lo conocía, me dio su dirección y asistió al reencuentro escolar.

En otra ocasión un amigo de internet, me pidió localizar a una persona, que vivía en mi ciudad. Me da los datos, pero el móvil no esta activo, me quedo con la dirección para acercarme pero no era un lugar cercano, tendría que buscar un momento para ir. Pasan unos días y llega un cliente que dice tener la lavadora dañada.

Comienzo anotando los datos y me detuve al leer la coincidencia. Voy a mi cartera, saco un papel con la misma dirección y nombre que me acaban de dar. El señor se quedó de una pieza pensando que magia era aquello. El celular era el antiguo. Después de la explicación se tranquilizo. Yo todavía me pregunto: ¿ qué probabilidad hay de que se le dañara la lavadora esa semana y qué llegará a mi taller?

¿Están impresionados ustedes? Pues yo más cuando me suceden estas extrañas cosas. Mis amigos me dicen que pida al universo un millón de dólares, pero es que la vida tiene formas extrañas de darme las cosas.

Todas estas historias están a lo largo de mis post, son verdaderas y no inventadas, simplemente me sucedieron a mi.

Esta historia les va a impresionar más, es muy personal y familiar. Para poder contárselas debo traer unos antecedentes históricos. En la ciudad de Barcelona del estado Anzoátegui existía una señora que leía los meaos (orines). Un médico quiso engañarla y descubrirla. Le trajo orina de una cochina.

Doña Clementina Pereira junto con su hijo Pablito atendía y recetaba medicina natural ante lo que observaba y olía en la orina.

Al ver el médico en la puerta le dijo: ¿vienes a embromarme? esa cochina está preñada y va a tener un parto de 8. Nunca más el médico se vio por aquellos lados.

Años después estando yo en mi trabajo, simplemente me vino el recuerdo de la historia y pensé que sería estupendo si entrará un descendiente de Pereira por la puerta para saludarlo.

No tardo mucho el universo en mandármelo, para hacerles el cuento corto; ahora es mi yerno.

También me dio por hacer un poco de turismo por mi ciudad y las más cercanas. Allí compartí los hermosos espacios del Fortín de la Magdalena en la ciudad de Lechería.

Una mirada desde el cerro el Morro donde el azul se confunde con las montañas de la ciudad de Puerto La Cruz.

Y en nuestro casco colonial la Ermita El Carmen símbolo del siglo XVIII, rodeada de casas muy antiguas.

Estos 6 años me han dado un gran espacio para conocer nuevas amigas de la vida y eso lo agradezco.

He visitado y acompañado a diferentes participantes en sus proyectos, unos siguen otros se han quedado en el tintero.

A todos agradezco su bonito apoyo, traspasar de la pantalla al encuentro físico es simplemente maravilloso.

Disfruto esta libertad al escribir y no pertenecer a nadie, meter la pata tratando de encontrar un estilo propio, pero es que cada día es un descubrimiento nuevo, un aprendizaje sólido. He tenido altas y bajas, días buenos y días no tan buenos.

He sido jardinera podando mis desatinos y aprendiendo que no soy la mejor, pero si la más versátil en cualquier esquina. Prefiero escribir, que hablar.

Tengo retos en mi mente incomprensibles para muchos, sé que soy capaz de escribir un post cada hora. Pero no sé, si estaré llenando algún vació en mi.

Me quedan historias por contar que aún no han sido escritas y están por suceder. A nadie le gustan los cambios pero a veces resultan necesarios para subir un peldaño más. Éste año logre ser delfín y aprendí que mi voto era valioso; si era comedido y no dado a todo el mundo bajando demasiado mis límites. Siempre supe que un comentario era una caricia al alma.

Brindar cada día ese café caluroso y cargado de buenas energías a cada uno de los participantes en estos 6 años en la blockchain #hive.