Bitácora del día miércoles

Comienza el día despejando las sombras, amanece clarito mirando la nubes de un día que esperamos sea tranquilo. Mitad de semana y acercándose los días de la Navidad, haciendo lo preparativos para tener un poco de todo en nuestras mesas.

El buen ánimo y la alegría siempre estará dentro de nosotros. Comenzamos a evaluar los objetivos logrados y los que no. Volvemos a retomar los planes perdidos, nos llenamos de ideas nuevas y siempre con buena disposición.

El agua cuando llega corre libre por las calles, los tanques se desbordan al fallar los flotadores ante tantas idas y venidas del servicio del agua.

Mis habilidades para preparar mi famoso quesillo no se han perdido, solo voy haciendo algunas practicas. No tengo leche condensada pero si leche en polvo, huevos y suficiente azúcar los ingredientes básicos para su preparación. Por supuesto compartido con la familia todo sabe mejor.

Ver los precios publicados en la pizarra del mercadito de los gochos, ya no son bolívares todo en dólares, para muestra un botón. Todo sube, nada baja otra vez, poco a poco vamos pasando la barrera de 1 dólar. Hay otros mercados más económicos pero quedan más lejos y para ellos hay que ir en carro. Yo agradezco tener éste tan cerca, me sirve para algunas emergencias alimenticias.

Mi hijo fue a hacer hallacas con su papá y por supuesto me trajeron unas cuantas que termine cocinando y luego al enfriarse a la nevera para la cena de navidad. De repente no tenia ni una hallaca y comencé a recibir hallacas regaladas. Eso suele pasar y nos permite probar los diferentes sabores de cada cocina.

Lo que más me gusta son los bollitos picantes, es lo que más me encanta de la preparación de las hallacas. Cuanto más picantes mejor. Esa mezcla de elementos en la preparación lo hacen una preparación privilegiada.

El girasol por fin abrió y todavía una semana después sigue allí en todo su esplendor. Gira un poco buscando el maravilloso sol del día. Sigo esperando las próximas plantas en abrir, estas van a ser más grandes por estar sembradas en la jardinera, no en un envase.

Observar los detalles de la flor, se vuelve casi hipnotizante por sus formas en el interior que parece trazado como un suave dibujo de luz.

Los cambios en la flor se van dando de adentro hacia afuera, supongo que se van formando las nuevas semillas de girasol. Los insectos se han dado vida con las flores del jardín.