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Good morning to all friends, God bless you.
Today I share with you this story that we can find in the book of 2 Kings 20:1-6 of the holy scriptures and it goes like this.

In those days Hezekiah became seriously ill and was about to die. The prophet Isaiah son of Amoz went to see him and said, “Thus says the Lord: Put your house in order, because you are going to die; you won't recover." Hezekiah turned his face to the wall and pleaded with the Lord, "Remember, Lord, that I have walked before you faithfully and with a whole heart, and that I have done what pleases you." And Hezekiah wept bitterly. Isaiah had not left the central patio, when the word of the Lord came to him: «Return and tell Hezekiah, ruler of my people, that thus says the Lord, God of his ancestor David: “I have heard your prayer and I have seen your tears . I am going to heal you, and in three days you will be able to go up to the temple of the Lord. I'm going to give you fifteen more years of life. And I will save you and this city from falling into the hands of the king of Assyria. I will defend this city for my sake and for the sake of David my servant.”

Amen. Never stop praying, never give up, cry out to the Lord with a sincere heart and wait for the blessing, if it is in His will He will give you what you ask for.

God bless you.

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Buen día para todos amigos, que Dios les bendiga.
Hoy les comparto esta historia que podemos encontrar en el libro de 2 Reyes 20:1‭-‬6 de las sagradas escrituras y dice así.

Por aquellos días Ezequías se enfermó gravemente y estuvo a punto de morir. El profeta Isaías hijo de Amoz fue a verlo y le dijo: «Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque vas a morir; no te recuperarás”». Ezequías volvió el rostro hacia la pared y le rogó al Señor: «Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente. No había salido Isaías del patio central, cuando le llegó la palabra del Señor: «Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte, y en tres días podrás subir al templo del Señor. Voy a darte quince años más de vida. Y a ti y a esta ciudad los libraré de caer en manos del rey de Asiria. Yo defenderé esta ciudad por mi causa y por consideración a David mi siervo”».

Amén. Nunca dejes de orar, nunca te rindas, clama al Señor con un corazón sincero y espera la bendición, si está en su voluntad Él te dará lo que pides.

Dios te bendiga.

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