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Good evening friends, may God bless you greatly.
Christians, the children of God, were called to sow for the kingdom of God, those who work in the work of God and those to whom that work is directed, are considered part of it: the farming and building of God. This highlights the idea of ​​community and collaboration in the Christian faith, where everyone contributes to the growth and building of the kingdom of God.
The word of God says this:

So neither he who plants is anything, nor he who waters, but God, who gives growth. And he who plants and he who waters are one and the same; although each one will receive his reward according to his work. For we are God's workers, and you are God's husbandry, God's building.

1 Corinthians 3:7-9
Amen

This passage of the Bible talks about the importance of recognizing that spiritual growth and success in the work of God do not depend exclusively on the individual efforts of people, but are the result of divine intervention.

When it is mentioned "neither he who plants is anything, nor he who waters, but God, who gives growth", it is being highlighted that, although human beings participate in sowing and watering, it is God who ultimately grants spiritual growth. and the expansion of his kingdom.

The text goes on to say that both he who plants and he who waters are one and the same, meaning that each one plays his part in God's plan, regardless of what his specific function is. This implies that all efforts in God's work are equally important and should be valued.

Furthermore, it is mentioned that each person will receive their reward according to their work, which indicates that God recognizes and rewards the work and dedication of his collaborators.

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Buenas noches amigos, que Dios les bendiga grandemente.
Los cristianos, los hijos de Dios fuimos llamados a sembrar para el reino de Dios, los que trabajan en la obra de Dios como aquellos a quienes se dirige esa labor, son considerados parte de la misma: la labranza y el edificio de Dios. Esto resalta la idea de comunidad y colaboración en la fe cristiana, donde todos contribuyen al crecimiento y la edificación del reino de Dios.
La palabra de Dios dice así :

Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

1 Corintios 3:7-9
Amén

Este pasaje de la Biblia, se habla sobre la importancia de reconocer que el crecimiento espiritual y el éxito en la obra de Dios no dependen exclusivamente de los esfuerzos individuales de las personas, sino que son el resultado de la intervención divina.

Cuando se menciona "ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento", se está resaltando que, aunque los seres humanos participen en la siembra y el riego, es Dios quien finalmente otorga el crecimiento espiritual y la expansión de su reino.

El texto continúa diciendo que tanto el que planta como el que riega son una misma cosa, lo que significa que cada uno cumple su papel en el plan de Dios, independientemente de cuál sea su función específica. Esto implica que todos los esfuerzos en la obra de Dios son igualmente importantes y deben ser valorados.

Además, se menciona que cada persona recibirá su recompensa conforme a su labor, lo que indica que Dios reconoce y premia el trabajo y la dedicación de sus colaboradores.

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