Testigos de un cortejo... y algo más // Witnesses of a courtship ... and something more

Hola querido hiver.

La comunidad Photo-essay hace un descanso veraniego de su concurso semanal. Sin embargo, sus puertas están abiertas para todo el que desee publicar en ella. Solo necesitas 5 fotografías y 150 palabras que las describan.

Hoy traigo esta historia que espero te resulte agradable y sorprendente. ¡Si quieres saber más, sigue leyendo!

Los hechos se remontan a varias semanas atrás. En el paseo de última hora de la tarde con mi marido y nuestro perrito. En uno de los cables de las farolas que iluminan el bulevar por el que caminábamos, encontramos a la pareja de palomas de la portada haciéndose arrumacos.

La escena nos resultó divertida, el macho estaba haciendo los típicos bailes seductores, ambos se acercaban y alejaban dando pequeños saltos sin alejarse del cable que los sostenía. Pero de repente, un ruido que no recuerdo si fue de algún coche o el ladrido de algún perro cercano, provocó que salieran volando.

La semana pasada, justo en el mismo cable y casi en idéntico lugar, ante nuestros ojos apareció la siguiente escena:

De nuevo me puse cámara en mano de inmediato, como si fuera un paparazzi, dispuesta a recoger las instantáneas del romance.

¿Ves cómo sus cabezas forman un corazón? ¡Soy una romántica empedernida, jajaja! ¡Si hasta parece que se besan con sus picos! Se quedaban enganchados así unos instantes, como midiendo las fuerzas o algo así.

De pronto, se soltaron. El macho ya no podía más, y...

... no creo necesario explicar lo que pasó, ¿verdad? Justo me fue para que el móvil no se me cayera al suelo. Jamás había sido testigo de una escena como esta.

Fueron apenas unos segundos fugaces como meteoritos, me sentí increíblemente afortunada por haberlo podido presenciar y atrapar en fotografías.

En cuanto terminaron su encuentro, la hembra se retiró sigilosa, mientras el macho aguantó unos segundos más allí quieto, con el pecho henchido de satisfacción. Ella voló sin mirar atrás.

Tras un par de sacudidas en las que se acomodó de nuevo las plumas, el macho también emprendió su vuelo en la misma dirección que tomó ella.

Y hasta aquí llega esta historia, que de momento no se ha vuelto a repetir, aunque mantengo la esperanza. Cada vez que veo ese cable mis ojos les buscan en el hueco que dejaron.

Me despido hasta la próxima ocasión. ¡Cuídate!

Aviso: Todo lo publicado en este post es de mi autoría, excepto los elementos en los que doy crédito a su/s autor/es. Por tanto, en caso de plagio o difusión sin mi permiso, ejerceré mis derechos de autor si así lo estimo oportuno.
Realizo mis fotografías con mi móvil iPhone, las edito en el editor de fotos de Mac y con la versión gratuita de la aplicación PicsArt.
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Hi, dear hiver.

The Photo-essay community is taking a summer break from its weekly contest. However, its doors are open to anyone who wishes to publish in it. All you need is 5 photos and 150 words to describe them.

Today I bring you this story that I hope you will find enjoyable and surprising - if you want to know more, read on!

The event go back several weeks. On a late afternoon walk with my husband and our little dog. On one of the wires of the lampposts that illuminate the boulevard we were walking along, we found the pair of pigeons on the front page cuddling.

We found the scene amusing, the male was doing the typical seductive dances, both of them coming closer and moving away, making little jumps without moving away from the wire that held them. But suddenly, a noise that I don't remember if it was from a car or the barking of a nearby dog, caused them to fly away.

Last week, right on the same cable and in almost the same place, the following scene appeared before our eyes:

Again, I immediately got my camera in hand, like a paparazzi, ready to collect snapshots of the romance.

See how their heads form a heart? I'm a hopeless romantic, hahaha! It even looks like they're kissing with their beaks! They were hooked together like that for a moment, as if they were measuring their strength or something like that.

Suddenly, they let go. The male could take no more, and....

... I don't think I need to explain what happened, do I? It was just so that my mobile phone wouldn't fall on the floor. I had never witnessed a scene like this before.

It was just a few fleeting seconds like meteors, I felt incredibly lucky to have been able to witness it and capture it in photographs.

As soon as they finished their encounter, the female withdrew stealthily, while the male stood still for a few more seconds, his chest heaving with satisfaction. She flew away without looking back.

After a couple of shakes, during which he adjusted his feathers again, the male also took off in the same direction she had flown.

So much for this story, which has not been repeated so far, although I am still hopeful. Every time I see that wire, my eyes look for them in the hole they left behind.

I bid you farewell until next time. Take care!

Notice: Everything published in this post is of my authorship, except for the elements in which I give credit to its author/s. Therefore, in case of plagiarism or dissemination without my permission, I will exercise my copyright if I deem it appropriate.
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