Fanguito 🇬🇧 🇪🇸

Greetings my dear readers,

Yes, I cooked a can in the Reina pot as I told you yesterday that I would do. Two complete turns of the knob were enough and the Fanguito was ready. We Cubans know what it is all about, but if you are not from this warm land that has started to get too cold in these last days of December, I will tell you about it right away. However, I'll get to the first thing, to the essential... tarantataaaaaaá... girls and boys, it's already the 26th day of the Not So Ordinary Ordinary Items Challenge.

Today's object is the condensed milk can. It is an everyday item, maybe even indispensable, here in my country, I can assure you because it is almost a tradition to use a can of condensed milk as a rice measuring cup.

In my case, I acquired this practice from my elders, who in their times did not even think of having in their kitchens that other excellent utensil which is undoubtedly the rice cooker. I make the exception, the rice cooker, the simple one, the one that only cooks rice. That one came first. I told you yesterday about the powerful and multipurpose Reina. Remember that both come with a plastic measuring cup.

They are indeed prettier and they even have the corresponding marks with the units of measurement, not so the condensed milk cans that rust, you can see mine there. But by changing it we have it. And as for measuring rice, we know from our elders, I repeat, that 2 cans and a little less than half of another make a pound of rice.

Now, for those with a sweet tooth. This candy looks good, doesn't it? In Venezuela, they call it Arequipe, and I can tell you that it is also similar to Cajeta from Mexico, except this one is made with goat's milk and brown sugar. I have eaten both, so I speak with full knowledge of the facts.

Making fanguito that way is a shortcut, you could say because instead of boiling the cow's milk with sugar and letting it thicken and cook until it reaches that shade, we take the thick, condensed milk and burn it under pressure. Where else? In the Queen Pot. But it can also be in a valve pot, the ones you normally put on the fire. This is in case you don't have a multipurpose pot.

My mother recommends that the condensed milk to be used for this purpose should be very thick. Because if it is a half-fluid condensed milk, it will burn, but it will not have the right consistency. Russian condensed milk cans were very good for that. And another brand that was sold here... Cubans, do you remember the Nela milk caramel?

Attention! Just made DO NOT open it, for heaven's sake. Because it will explode. You must let it cool for a few hours and then grab the can opener and it will be perfect.

My mom also tells me that sometimes there have been cases of cans that explode inside the pot, or it is not that they explode, it is that they open from the pressure, or maybe they were not well welded. This is rare, it has never happened to me.

The fanguito got many Cubans of my generation out of trouble. It was a constant pi in the scholarships or schools in the countryside. With that rich sweet, we accompanied the cookies or toast that our parents or grandparents so diligently prepared for us, in order to have a little reinforcement in our food there, which was not always adequate.

When I make it at home I remember those days and the times I visited the creperie Oasis Nelva in Old Havana (Calle Muralla e/ Habana and Compostela), I ordered the crepe with fanguito.

All that's left is for me to go and enjoy my sweet... yummy... have a great day, and see you soon.

Cheers!

((((()))))

I translated with www.DeepL.com/Translator (free version). My native language is Spanish.

Saludos mis queridos lectores,

Pues sí, cociné una lata en la olla Reina como les dije ayer que haría. Bastaron dos vueltas completas del botón y ya estaba listo el Fanguito. Los cubanos sabemos bien de qué se trata, pero si no eres de esta tierras cálidas que se han comenzado a poner demasiado gélidas en estos últimos días de diciembre, pues enseguida te voy a contar. Sin embargo, voy a lo primero, a lo esencial… tarantaraaaaaá… chicas y chicos, ya es el día 26 del Challenge.

El objeto de hoy es la lata de leche condensada. Se trata de un item cotidiano, puede que imprescindible, aquí en mi país, les puedo asegurar, porque es casi tradición el uso de una lata de leche condensada como medidor de arroz.

En mi caso, dicha práctica la adquirí de mis mayores, quienes en sus tiempos no pensaban siquiera con tener en sus cocinas ese otro utensilio maravilloso que es sin dudas la olla arrocera. Hago la salvedad, la arrocera, la sencillita, la que solo cocina arroz. Esa llegó primero. Yo les comenté ayer de la poderosa y multipropósito Reina. Recuerden que ambas traen consigo un recipiente plástico para medir.

Puede que ya muchos se valgan de los nuevos inquilinos para esas cuestiones de medición, verdad que son más bonitos y tienen hasta las marquitas correspondientes con las unidades de medida, no así las latas de leche condensada que se oxidan, ahí pueden ver la mía. Pero con cambiarla tenemos. Y en lo de medir el arroz, sabemos por nuestros mayores, repito, que 2 latas y un poquito menos de la mitad de otra hacen una libra de arroz.

Ahora bien, para los golosos. Este dulce se ve rico, ¿verdad? En Venezuela le llaman Arequipe, y puedo decirles que es similar también a la Cajeta de México, salvo porque ésta se confecciona con leche de cabra y azúcar morena. He comido las dos, así que les hablo con conocimiento de causa.

Hacer fanguito de ese modo es un atajo, pudiera decirse, porque en lugar de poner la leche de vaca a hervir con azúcar y dejar que espese y cocine hasta alcanzar esa tonalidad, ya agarramos la leche espesa y condensada y la quemamos a presión. ¿Dónde si no? En la Olla Reina. Pero también puede ser en una olla de válvulas, de las que se ponen al fuego normalmente. Esto, por si no cuentas con la multipropósito.

La recomendación de mi madre es que la leche condensada que se vaya a usar con ese fin debe ser bien espesa. Porque si es una leche condensada medio fluida, se va a quemar, pero no va a quedar con la consistencia adecuada. Las latas de leche condensada rusa eran buenísimas para eso. Y otra marca que se vendía aquí… cubanos, ¿recuerdan las laticas Nela?

¡Atención! Acabada de hacer NO la abra, por todos los cielos. Porque explotará. Debe dejarla enfriar unas horas y ya luego agarre el abridor de latas y estará perfecta.

Mi mamá también me cuenta que a veces se han dado casos de latas que explotan dentro de la olla, o no es que exploten, es que se abren de la presión, quizás no estaban bien soldadas. Esto es raro, a mí jamás me ha pasado.

El fanguito sacó de apuros a muchos cubanos de mi generación. Pues era pi constante en las becas o escuelas al campo. Con ese rico dulce acompañábamos las galletas o tostadas que tan diligentemente nos preparaban nuestros padres o abuelos, para así tener un refuercito en nuestra alimentación allí, que no siempre era la adecuada.

Cuando lo hago en casa rememoro aquellos días y las veces que he visitado la crepería Oasis Nelva en La Habana Vieja (Calle Muralla e/ Habana y Compostela), he pedido el crepe con fanguito.

Ya lo que queda es que yo vaya a deleitarme con mi dulce… mmmm, qué rico... tengan un excelente día, y nos vemos muy pronto.

Salud!

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