Estudiantes Ibibio en la Convención Nacional de NFCS (ENG/ESP) Ibibio students convention at NFCS.

My Cultural Journey with the Ibibio Students at the NFCS National Convention

Today being a Throwback Thursday, I cannot help but smile as I reflect on one of the most memorable moments I experienced not too long ago. It was during the just concluded National Convention of the Nigeria Federation of Catholic Students, a gathering that brought together students from various parts of the country, united by faith, purpose and cultural pride. As someone who represented the Ibibio students in a traditional and cultural presentation, that experience remains deeply rooted in my heart.

The air was thick with excitement and a sense of pride as different groups prepared to showcase their cultures. From the Hausa to the Igbo to the Yoruba and other ethnic groups, each had something special to bring to the stage. For us, the Ibibio students, it was more than just performance. It was a moment of identity, history and honour.

Dressed in our traditional attires, with the beautiful wrappers, beads, and head ties, we looked like a proud extension of our ancestors. The men were not left out either. With their traditional shirts, walking sticks and caps, they carried the strength of our forefathers into the gathering. The rhythm of our local drums echoed the heartbeats of our community. As the drummers played, we danced not just with our feet but with our souls. The Ibibio spirit was alive and strong.

Our presentation told the story of who we are. We spoke of our customs, our values and our history. We performed traditional songs that reminded everyone of the wisdom of our elders and the beauty of our heritage. The audience was captivated. They cheered, clapped and some even joined in our dance steps. For that moment, we were not just students. We were cultural ambassadors. We carried our people with us, and we stood tall.

That day reminded me of the importance of knowing where you come from. In a world that sometimes tries to erase traditions and make everything uniform, being able to stand proudly and say “This is who I am. I am Ibibio” is powerful. The way people connected with our performance made me realize that culture still matters. It is still relevant. It still has the power to bring people together.

Even after the presentation, many students came to us to learn more about the Ibibio culture. Some were surprised by how rich and beautiful our customs are. We talked about our food, language, traditional marriage, and even our local proverbs. It was like opening a door to a part of Nigeria many had never seen before.

Today, as I scroll through the pictures and videos from that day, I feel a strong sense of gratitude. I am thankful for the opportunity to represent my people. I am thankful for my fellow Ibibio students who stood beside me with pride and passion. I am thankful for the NFCS for giving us a platform to shine. And most of all, I am thankful for our culture. It is not just something from the past. It is a living part of who we are.

So this Throwback Thursday, I celebrate not just a performance but a memory that will live with me for a long time. A moment that reminded me of the power of unity in diversity and the importance of carrying your roots with pride. Long live the Ibibio heritage. Long live the students who never forget where they come from.

Mi Viaje Cultural con los Estudiantes Ibibio en la Convención Nacional de NFCS

Hoy que es Jueves de Recuerdos, no puedo evitar sonreír mientras pienso en uno de los momentos más especiales que viví hace poco. Fue durante la Convención Nacional recién concluida de la Federación de Estudiantes Católicos de Nigeria, un encuentro que reunió a estudiantes de distintas regiones del país, unidos por la fe, el propósito y el orgullo cultural. Como representante de los estudiantes Ibibio en una presentación tradicional y cultural, esa experiencia sigue muy viva en mi corazón.

El ambiente estaba lleno de emoción y un profundo sentido de orgullo mientras los diferentes grupos se preparaban para mostrar sus culturas. Desde los Hausa, Igbo, Yoruba hasta otros pueblos, todos tenían algo especial que compartir en el escenario. Para nosotros los estudiantes Ibibio, no fue solo una presentación. Fue un momento de identidad, historia y honor.

Vestidos con nuestros trajes típicos, con telas coloridas, collares de cuentas y tocados tradicionales, parecíamos una extensión orgullosa de nuestros ancestros. Los hombres también lucían sus atuendos con elegancia. Con sus camisas tradicionales, bastones y sombreros, transmitían la fuerza de nuestros antepasados en cada paso. El sonido de nuestros tambores locales era como el latido del corazón de nuestra comunidad. Al ritmo del tambor, bailamos no solo con los pies sino con el alma. El espíritu Ibibio estaba vivo.

Nuestra presentación fue una narración viva de quiénes somos. Hablamos de nuestras costumbres, nuestros valores y nuestra historia. Cantamos canciones tradicionales que recordaban la sabiduría de nuestros mayores y la belleza de nuestro legado. El público quedó encantado. Aplaudieron, vitorearon e incluso algunos se unieron a nuestros pasos de baile. En ese instante, no éramos solo estudiantes. Éramos embajadores culturales. Llevábamos a nuestra gente en el corazón y nos mantuvimos firmes y orgullosos.

Ese día me recordó lo importante que es saber de dónde vienes. En un mundo que a veces quiere borrar las tradiciones y hacer todo igual, poder decir con orgullo “Así soy yo. Soy Ibibio” es algo muy poderoso. La forma en que las personas se conectaron con nuestra presentación me hizo entender que la cultura sigue siendo importante. Todavía tiene fuerza. Todavía puede unirnos.

Incluso después de la presentación, muchos estudiantes se acercaron para aprender más sobre la cultura Ibibio. Algunos se sorprendieron al descubrir lo rica y hermosa que es. Hablamos sobre nuestra comida, nuestro idioma, el matrimonio tradicional y hasta nuestros proverbios. Fue como abrir una puerta a una parte de Nigeria que muchos nunca habían explorado.

Hoy, mientras veo las fotos y los videos de ese día, siento un profundo agradecimiento. Agradezco la oportunidad de haber representado a mi gente. Agradezco a mis compañeros Ibibio que estuvieron conmigo con orgullo y pasión. Agradezco a la NFCS por darnos una plataforma para brillar. Y sobre todo, agradezco nuestra cultura. No es algo del pasado. Es una parte viva de lo que somos.

Así que este Jueves de Recuerdos, no solo celebro una presentación, sino un recuerdo que vivirá conmigo por mucho tiempo. Un momento que me recordó el poder de la unidad en la diversidad y la importancia de llevar nuestras raíces con orgullo. Que viva la herencia Ibibio. Que vivan los estudiantes que nunca olvidan de dónde vienen.