Tesoros Antiguos
Hace unos días mi tía me dijo que me pasara por su casa porque quería darme algo. Ese algo lo había visto en una foto hacía un tiempo y me enamoré.
Mi tía me mando una foto de su cama en la que tenía puesto un cubre de verano en algodón blanco bordado en hilo azul. Me pareció precioso.
Siempre me han apasionado las cosas antiguas, sobretodo las que están hechas con tan bien gusto. Además de ser preciosa, su historia me acabó de enamorar.
Me contó mi tía que el cubre lo bordó mi abuela cuando ni siquiera estaba casada con mi abuelo. Estamos hablando de una colcha de más de setenta años, un auténtico tesoro, no sólo por ser una antigüedad preciosa, sino por la carga sentimental que conlleva.
Cuando mi tía me dió el cubre lo lavé, planché y lo puse de inmediato en mi cama. El resultado no puede gustarme más, un recuerdo precioso de mi abuela.
