Un corcho viajero / A traveling cork

10 days ago

Un corcho residía,
sobre una botella vacía,
en esta antes había,
vino de calidad reconocida,
que se bebieron hace unos días.

El corcho sin razón saltó,
al vacío se lanzó,
sobre un labial cayó,
de ahí otra vez saltó
y en el suelo terminó.

Se levantó intacto,
no se lastimó como había pensado,
se colocó un sombrero improvisado,
un camuflaje extraño,
de un color claro.

A cork resided
on an empty bottle,
in this before there was,
wine of recognized quality,
drunk a few days ago.

The cork for no reason jumped,
into the void it threw itself,
on a lipstick it fell,
from there it jumped again
and ended up on the ground.

He got up intact,
he was not hurt as he had thought,
he put on a makeshift hat,
a strange camouflage,
of a light color.

Salió caminando tranquilo,
iba bien escondido,
se dirigió a un salón contiguo,
donde escobas había en el piso,
con cerdas de color llamativo.

El corcho entre las cerdas se pierde
y algo por allá se mueve,
parece que trabajan internamente,
hasta que el corcho vuelve,
con un atuendo diferente.

Lleva cabello verde,
elaborado con las cerdas fuertes,
las quitó de la escoba suavemente
y elaboró una peluca sugerente,
que lo hace ver excelente.

He walked out quietly,
he was well hidden,
he went to an adjoining room,
where brooms lay on the floor,
with brightly colored bristles.

The cork between the bristles is lost
and something over there is moving,
they seem to be working internally,
until the cork returns,
in a different outfit.

It wears green hair,
made with strong bristles,
gently removed from the broom
and crafted a suggestive wig,
that makes him look excellent.

El corcho emprende un viaje,
a lugares inimaginables,
con brisas frescas y agradables,
con verdes pastizales
y de buen fragante.

También visita los árboles,
entre ramas se siente importante,
y cuando concluye su viaje,
regresa con apariencia flamante
y una flor que adorna su traje.

Salta de nuevo para volver,
a la botella, donde vive bien,
el corcho quería viajar también
y el mundo conocer,
como lo hacen todos alguna vez.

El corcho emprende un viaje,
a lugares inimaginables,
con brisas frescas y agradables,
con verdes pastizales
y de buen fragante.

También visita los árboles,
entre ramas se siente importante,
y cuando concluye su viaje,
regresa con apariencia flamante
y una flor que adorna su traje.