La Luna con pelos de perro / The Moon with dog hair

Estaba tomando mi café,
mezclando el azúcar que agregué,
traje galletas también
y a un lado las dejé,
sin saber lo que vendría después.

Una de ellas comenzó a caminar
no la llevaba ningún animal,
iba sola y sin titubear,
en el borde de la mesa se lanzó y ya,
es una galleta que loca está.

I was drinking my coffee,
stirring in the sugar I had added,
I brought cookies too
and left them on the side,
not knowing what would happen next.

One of them started walking
it wasn't being carried by any animal,
it was going alone and without hesitation,
it jumped off the edge of the table and that was it,
it's a crazy cookie.

Al caer dejó ver lo que llevaba
era la Luna que tras la galleta estaba,
un escondite que nadie esperaba,
que con la caída quedó destapada
y se fue por el suelo qué sucio se observaba.

Se encontró con una maraña de pelos,
de un perro viejo color caramelo,
su olor era inedito
y a la Luna le pareció un disfraz bello
y se llevó estos pelos puestos.

When it fell, it revealed what it was carrying:
it was the Moon that was behind the cookie,
a hiding place that no one expected,
which was uncovered by the fall
and fell onto the dirty floor.

It found a tangle of hair,
from an old caramel-colored dog.
Its smell was unusual,
and the Moon thought it was a beautiful disguise,
so it took the hair with it.

Tras este paseo en la tierra
y de merendar en mi mesa,
la Luna se fue a su vivienda,
las nubes la esperaban contentas,
para iluminar la noche con su presencia.

Cuando el astro llegó con los pelos
y oliendo a canino viejo,
los nubarrones se fueron,
pero, a la Luna no le importó esto
ella se sentía magna con su atuendo de perro.

After this walk on earth
and snacking at my table,
the Moon went to her home,
the clouds waited happily for her,
to light up the night with her presence.

When the star arrived with her hair all messy
and smelling like an old dog,
the storm clouds went away,
but the Moon didn't care about this,
she felt magnificent in her dog costume.

Créditos
Stopmotion y cuento original de Margarita Palomino.
Colombia, octubre de 2025