Bueno primeramente, mi nombre es Maritza Dorado, actualmente tengo 22 años, justo en este momento las palabras que mejor me definirían serían; persistencia, frustración, dolencias, cambios, crecimiento personal, aprendizajes y compromiso. Les puedo decir firmemente que mi vida ha sido desde el inicio, una sucesión constante de cambios, pruebas y experiencias, que me han convertido en lo que hoy soy.

Nací en la ciudad de Cumaná, Estado Sucre - Venezuela; un 25 de Octubre del año 2000 en el Hospital Universitario Antonio Patricio Alcalá. Desde muy niña padecía de varias enfermedades que me limitaban de llevar una vida normal como cualquier otro niño, en lo que a mi respecta, yo era feliz solo estando tranquila en casa de mis abuelos viendo tv sin molestar a nadie.

La primera vez que tuve mi primer encuentro con la muerte fue cuando apenas tenía 6 meses de nacida, por una gastritis medicamentosa provocada por la mala ingesta de un medicamento, lo cual me causo un hemangioma en el estómago, y por consiguiente me vi muy delicada de salud, aunado a esto una mala praxis de una enfermera hizo que mi situación empeorara, puesto que, yo tenía una sonda que llegaba desde mi boca a mi estómago y la asistente del doctor a la hora de retirar la sonda lo hizo de una forma inadecuada, lo cual trajo como consecuencia que entrara en un paro respiratorio.

Afortunadamente gracias a la rápida atención del cuerpo médico a cargo, me lograron reanimar y estabilizar; pero esta complicación trajo como consecuencia que me diera una hemiplejia en el hemisferio izquierdo de mi cuerpo lo cual con el paso del tiempo se convirtió en una atrofia.

Decirles que mi vida siempre fue ir de un médico a otro es poco, puesto que, cada vez que se me llevaba a cabo nuevos estudios daban con nuevas afecciones (problemas en el estómago, riñones, motores en el cuerpo, atrofia en mis piernas, etc) son solo alguna de tantas. A medida que iba creciendo eran más notorias las diferencias físicas que tenía con el resto de los niños. Con tan solo 2 años se me es diagnosticado con pie equino (afección del pie, el tobillo y la rodilla en la que una malformación en los músculos, huesos, tendones y vasos sanguíneos hace que el pie apunte hacia abajo y gire hacia adentro), esta nueva afección me impedía poder caminar de forma normal, lo que causaba que me cayera con mucha frecuencia.

A raíz de mi problema en mis piernas, tuve que viajar a diferentes partes del país para verme con buenos ortopedistas que pudieran chequearme y ayudarme con mi dificultad. A los 3 años me operaron la pierna izquierda, se me realizó un estiramiento de tendones para corregir la malformación del pie.

Con tan corta edad puedo decir que me acuerdo de cosas puntuales de esa experiencia, recuerdo a algunos doctores, enfermeras, las cosas que comía, amiguitos que hice en el hospital y a mis familiares que siempre estuvieron ahí; como también recuerdo el día de la operación con algo de nostalgia, puesto que, estaba muy asustada así que, a la hora de ser anestesiada puse algo de resistencia. Al día siguiente desperté con un terrible dolor de garganta debido a los gritos que hice para que no me pusieran anestesia, y con un yeso en mi pierna que sería mi compañero por todo un año.

Mi tiempo de recuperación lo pase en casa de mis abuelos maternos que era con quien yo vivía, de igual forma recibían ayuda de mis padres y mis tías. De allí en adelante mi vida se convirtió en todo un desafío, tanto físico como emocionalmente, ya que mis limitaciones médicas a veces me impedían hacer cosas que todos hacían y yo por pena de pasar alguna vergüenza me cohibía. Esto me convirtió en una chica muy dura con lo que a sentimientos respecta, ya que pensaba que mientras más sabían de mi, más probabilidades había de que se burlaran de mí.

Con el paso del tiempo la niña dulce y extrovertida se convirtió de una chica independiente, dura y algo agresiva; aunque todo eso era solo una coraza para no ser más dañada.

Una de las cosas que más me gustaba era ir al colegio, me encantaba era un ambiente diferente al que estaba acostumbrada en mi entorno familia, me gustaba que si me esforzaba podía sobresalir de todos mis compañeros y que al menos ahí era medianamente “normal” , así que el dia en el que vi que mis tantas visitas a médicos afectaba lo que más me gustaba, tome la decisión de ya no ir más a médicos y literalmente que fuera de que Dios quiera. No fui más a ningún especialista desde que cumplí 13 años, que fue mi última consulta, desde ese momento yo lidiaba con mis problemas a mi manera y de la mejor forma que me pareciera; logrando sola llegar a cierta normalidad. Siempre investigaba lo que no sabía y buscaba alternativas que me fueran funcionando (más adelante quizás les cuente que cosas aprendí por mi cuenta).

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Le quiero agradecer a @soy-laloreto por las Clases impartidas para aprender más sobre Hive, ha sido una experiencia bien satisfactoria. Supe de la existencia de Hive gracias a mi mejor amiga @andrearojas55 por haberme mencionado a Hive e invitarme a esta linda Comunidad. Espero que les haya gustado mucho conocerme.