Mi pequeña disfrutando un delicioso helado!
Como muchos saben, mi bebé tiene solo dos años, pero ya es toda una fanática del helado. ¡Es increíble cómo le gusta! Así que decidí llevarla a dar un paseo y sorprenderla con su helado favorito.
Llegamos a la heladería y mi bebé no podía contener la emoción. Ella sabía exactamente lo que quería: un helado de mantecado. ¡Es su sabor favorito! Pedimos el helado y mientras esperábamos, mi pequeña no dejaba de saltar de alegría.
Cuando por fin le dieron su helado, fue una explosión de felicidad. Sus ojos se iluminaron aún más y su sonrisa era contagiosa. No podía esperar para probarlo, así que le di una cucharada y ¡le encantó! No podía parar de comer.
Y lo mejor de todo es que pude disfrutar ese momento con ella. Verla tan feliz y satisfecha me llenó de alegría. Fue un momento precioso que siempre recordaré.
Hasta luego!