[ENG-SPN] Where History Breathes: Medieval Echoes in a Sacred Valley / Donde la Historia Respira: Ecos Medievales en un Valle Sagrado

A few insignificant kilometers beyond that dreamlike medieval emporium that remains the remarkable Soria village Orson Welles chose as the ideal setting for filming his great classic, ‘Chimes at Midnight,’ and which serves as a metaphorical sacred stronghold guarding access to two natural environments famous for their pre-Christian cults—a clash of faith that some writer, a former war correspondent, would describe as ‘Comanche territory’—an ancient 12th-century Romanesque hermitage, dedicated to the mysterious figure of Our Lady of the Valley—remember that, precisely under the figure of Our Lady, the same one who gave her name, for example, to the great French cathedrals, ‘began and ended’ the religion of the Templars, according to their no less enigmatic secret statutes—continues to powerfully attract the attention of all those travelers, tourists, and adventurers who visit the surrounding area each season.

These places, before which even a mercenary of Captain Alatriste's caliber would unconditionally surrender his sword, impressed by the supernatural beauty reflected in that natural mirror formed by the ancient juniper grove and the source of the Avion River—please don't confuse it with Shakespeare's Avon—would undoubtedly feel like he was experiencing a mirage, and he would probably succumb to the antithesis of the miseries and misfortunes he had endured on the battlefields of France and Flanders.

There is no evidence, however, that such a sublime Spanish peasant of the Golden Age ever passed through here during his literary career. On the contrary, an increasing number of travelers and tourists, drawn by the extraordinary grandeur of the surroundings, stop to admire the beautiful rural architecture of this humble hermitage, as well as the small medieval cemetery attached to one of its slopes, where burials were the forerunners of modern niches, except that these were dug into the earth.

Algunos insignificantes kilómetros más allá de ese emporio medieval de ensueño que continúa siendo ese notable pueblo soriano que Orson Welles eligió como escenario idóneo para el rodaje de su gran clásico, ‘Campanadas a medianoche’ y haciendo de metafórico fuerte sacro que preserva el acceso a dos entornos naturales famosos por sus cultos precristianos, el choque de cuya fe, algún escritor, antiguo reportero de guerra, lo definiría como ‘territorio comanche’, una antigua ermita románica del siglo XII, dedicada a la misteriosa figura de Nuestra Señora del Valle -recuérdese, que, precisamente, bajo la figura de Nuestra Señora, la misma que dio nombre, por ejemplo, a las grandes catedrales francesas, ‘comenzaba y terminaba la religión’ de los templarios, según sus no menos enigmáticos estatutos secretos- continúa llamando poderosamente la atención de todos aquellos viajeros, turistas y aventureros, que, cada temporada, visitan los alrededores.

Estos lugares, frente a los que incluso un mercenario de la talla del capitán Alatriste rendiría incondicionalmente su espada, impresionado por ver reflejado en ese espejo natural, formado por el ancestral sabinar y el nacimiento del río Avion –no confundan, por favor, con el Avon del pueblo de Shakespeare- una belleza sobrenatural, sentiría, sin duda alguna, estar sufriendo un espejismo, y probablemente se rindiera a la antítesis de las miserias y de las desgracias vividas en los campos de batalla de Francia y de Flandes.

No hay constancia, sin embargo, de que tan sublime ganapan español del Siglo de Oro, pasara por aquí en algún momento de su literaria existencia, pero, por el contrario, son cada vez más los viajeros y turistas, que, influidos por la extraordinaria grandeza del entorno, se paran a curiosear la preciosa arquitectura rural de esta humilde ermita, así como el pequeño cementerio medieval, adosado a una de sus laderas, donde los enterramientos eran los precursores de los modernos nichos, salvo que estos estaban excavados en la tierra.

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