[ENG-SPN] The Mystery of the Templar Convent of San Juan de Otero / El misterio del convento templario de San Juan de Otero

There is no doubt that Soria, despite the historical ostracism that has always kept it removed from government memory, making it seem, like Teruel, as if it does not exist, despite the fact that literature has surrendered unconditionally to its charms, still preserves numerous mysteries, which, as in the case of the mysterious Templar convent of San Juan de Otero, continue to disturb researchers, fueling the embers of the most heated debates.

These enigmatic ruins, located just a few meters from the fascinating castle of Ucero, which a few years ago had a commiserable reward at least consolidated, its fabulous keep, seem, due to its location, being on a hillock from which there is a magnificent perspective, both of the town of Ucero itself and of the entrance to the current Natural Park of the Canyon of the Lobos River -in whose center the Templars had one of the most enigmatic of its hermitages, that of Saint Bartholomew- seem to gain the general sympathy of many researchers, to the detriment of other theories, which traditionally placed it on the outskirts of a curious town, named Peroniel del Campo, which, in addition to being located within one of the branches of the so-called Aragonese Way, which connected with Soria and Burgos, has quite a few mysteries and fantastic legends, among which, of course, stands out that known as the captive of Peroniel and the Virgin of the Llana, although, There are other sources that place it on the so-called Trinity Hill, between the towns of La Rubia and Fuentelárbol.

It is hard to believe that, despite being one of the largest convents the Templars had in Spain, according to Campomanes, its location remains, centuries later, a fascinating mystery to unravel, constituting its search for what could well be considered the beginning of a fabulous adventure.

No cabe duda de que Soria, a pesar de ese ostracismo histórico que la ha mantenido siempre apartada del recuerdo gubernamental, haciendo, que, como Teruel, parezca que no existe, a pesar de que la Literatura se rindió incondicionalmente a sus encantos, conserva todavía numerosos misterios, que, como en el caso del misterioso convento templario de San Juan de Otero, continúa perturbando a los investigadores, acrecentando las ascuas de los más encendidos debates.

Estas ruinas enigmáticas, localizadas a escasos metros del fascinante castillo de Ucero, que hace algunos años tuvo una conmiserativa recompensa al vez consolidada, al menos, su fabulosa torre del homenaje, parecen, por su situación, al encontrarse en un altozano desde el que se tiene una magnífica perspectiva, tanto del mismo pueblo de Ucero como de la entrada al actual Parque Natural del Cañón del Río Lobos -en cuyo centro los templarios tenían una de las más enigmáticas de sus ermitas, la de San Bartolomé- parecen granjearse la simpatía general de muchos investigadores, en detrimento de otras teorías, que lo situaban, tradicionalmente, en el extrarradio de un curioso pueblo, de nombre Peroniel del Campo, que, además de estar situado dentro de uno de los ramales del denominado Camino Aragonés, que conectaba con Soria y con Burgos, cuenta con no pocos misterios y fantásticas leyendas, entre las que, desde luego, destaca aquella conocida como el cautivo de Peroniel y la Virgen de la Llana, si bien, existen otras fuentes que lo situarían en el llamado Cerro de la Trinidad, entre las poblaciones de La Rubia y Fuentelárbol.

Cuesta creer, que, siendo uno de los mayores conventos que los templarios tuvieron en España, según Campomanes, su localización continúe siendo, al cabo de los siglos, todo un fascinante enigma por desentrañar, constituyendo su búsqueda, lo que bien pudiera considerarse como el comienzo de una fabulosa aventura.

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