[ENG-SPN] The memory of stones / La memoria de las piedras

The old people, whose memory is, without a doubt, the best encyclopedia of the marvelous, say that the origins of this church, which once belonged to a proud Benedictine monastery, were due to the act of contrition of a proud personage of the nobility, who, pushed by the demon of desire, one day committed a horrible crime when he found himself rejected by the lady for whom he longed and whom he claimed to love. They further add that when he died, bordering on sainthood for a life of privation and sacrifice, he was buried in an anonymous grave, the location of which, to date, no one has been able to pinpoint. After his death and as happens with everything in life, the monastery experienced prosperity and allowed people to settle next to it, the monks receiving the corresponding tithe for the lease of land, not always easy to cultivate, surrounded, as they were, in addition, by dense mountains and a nearby sea, the Bay of Biscay, whose exceptionally rough waters make even inshore fishing difficult.

More than time, which, within what is possible, is always respectful, if one knows how to be in harmony with its irremediable vital step, it was men, who, with their selfishness and intransigence, caused their ruin and displaced the small community, both monks and hardy villagers, who, even with considerable effort and sacrifice, managed to survive in an environment that, like all paradise, also had its metaphorical snakes. In the end, as always, it was nature that ended up winning the pulse, between one and the other, and today, in its charmingly liberal way, it endows those ancestral homes with a melancholic beauty, whose ruined interior, it still preserves, like psychophonies of memory, the echo of the voices of all those who once lived there.

Dicen los viejos, cuya memoria es, sin duda alguna, la mejor enciclopedia de lo maravilloso, que los orígenes de esta iglesia, que, en tiempos perteneciera a un orgulloso monasterio benedictino, se debieron al acto de contrición de un orgulloso personaje de la nobleza, que, empujado por el demonio del deseo, un día cometió un crimen espantoso al verse rechazado por la dama por la que suspiraba y a la que pretendía amar. Añaden, además, que cuando murió, rozando la santidad por una vida de privaciones y sacrificio, fue enterrado en una tumba anónima, cuya localización, hasta la fecha, nadie ha sido capaz de precisar. Después de su muerte y como ocurre con todo en la vida, el monasterio conoció la prosperidad y permitió que la gente se instalara junto a él, percibiendo los monjes el correspondiente diezmo por el arrendamiento de unas tierras, no siempre fáciles de cultivar, rodeadas, como estaban, además, por tupidos montes y un cercano mar, el Cantábrico, cuyas aguas, excepcionalmente bravas, dificultan incluso la pesca de bajura.

Más que el tiempo, que, dentro de lo que cabe, es siempre respetuoso, si se sabe estar en armonía con su irremediable paso vital, fueron los hombres, quienes, con su egoísmo e intransigencia, causaron su ruina y desplazaron a la pequeña comunidad, tanto de monjes, como de esforzados aldeanos, que, aún con no poco esfuerzo y sacrificio, conseguían sobrevivir en un entorno que, como todo paraíso, tenía también sus metafóricas serpientes. Al final, como siempre, fue la naturaleza quien terminó de ganar el pulso, entre unos y otros, y hoy, a su manera tan encantadoramente liberal, dota de una melancólica belleza a aquellas casas solariegas, cuyo arruinado interior, todavía conserva, cual psicofonías de la memoria, el eco de las voces de todos aquellos, que un día habitaron allí.

NOTICE: Both the text and the photographs that accompany it are my exclusive intellectual property and, therefore, are subject to my Copyright.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.