Tenerle: Un regalo de la vida (Es/En)

Hola amiga o amigo de Family & Friends. Quiero comenzar este post con una pregunta, que trataré de responderme yo mismo, consciente de que la respuesta de cada quien es individual.Cuales han sido los mayores regalos que me ha hecho la vida?

Pregunta difícil. Pudiera mencionarte varios pero sin dudas uno de ellos ha sido contar con la familia que "me tocó". A cada uno de sus miembros les debo mucho de lo que soy.

Ahora bien, sin duda alguna uno de los mayores regalos es haber mantenido una relación muy especial con mis abuelos. De uno de ellos quiero hablarte hoy aprovechando que por estos días cumplió 88 años.

No vengo a darte detalles precisamente de la reunión familiar. Aunque está fecha siempre es motivo para reunirnos en la casa de todos. En realidad no pude estar en la reunión por cuestiones de trabajo, pero ese día no podía dejar de pasar un rato con mi abuelo Gerardo. Mucho menos cuando recibí un mensaje de mi papá diciendo: "dice tu abuelo que quiere que estés en su cumpleaños".

Yo tenía un día bastante cargado y había decidido ir en otro momento a verle pero ante "el ultimátum" 😂 tuve que hacer hueco si o si. Así que arregle horarios, hice negociaciones y casi que entrada la noche partí a la casa que me vio nacer.

A ese lugar no se llega fácil. Debes desviarte de la carretera y caminar, literalmente por más de 2 km hasta le batey de San Vicente. Mientras recorría ese tramo pensaba en la ducha de poder asistir a ese tipo de fechas y celebrarlas. Saludaba a uno, abrazaba a otro que me preguntaba: Vas al cumpleaños del viejo? Llegas tarde! Pero en los tramos solitarios recordaba muchos momentos. Tantas enseñanzas! De algunas de ellas deseo hablarte en este post.

Mi abuelo es el mejor modelo de integridad que he tenido. Es hombre de poco hablar y mucho hacer. Inculcó a sus hijos y nietos los valores que han orientado nuestro paso por la vida. De pequeño escuchaba historias de mis tíos y mi padre que me ilustraban el carácter férreo de mi abuelo.

Una historia que siempre me impresionó sucedió con mi papá. Cuando el era niño había un lugar llamado la Media Legua. Allí en algún momento hubo un caserío pero los vecinos poco a poco se fueron mudando hacia el batey.

En el momento que sucedió esta historia solo quedaban en ese lugar algunos árboles frutales como señal de que en ese lugar hubo casas. Un día mi papá fue allí con unos amigos y recogieron unas guayabas de uno de los arbustos. Pasaron unos vecinos de mi abuelo, los vieron y cuando llegaron al batey le comentaron dónde estaba mi papá y lo que hacía.

Gerardo salió disparado a buscarlos y cuando se encontró con el grupo de muchachos que ya venía de regreso miro muy serio a mi padre y le dijo: Q yo le he dicho a usted sobre coger lo que no es de uno?

Mi padre,conociendo su carácter no le contesto, pero en su defensa salió uno de los compañeros y contesto: "!Pero si ahí hace más de 10 años que no vive nadie!" Mi abuelo solo le contesto con una pregunta: Quien de ustedes es el dueño de esas matas de guayaba? Ese fue el final de la conversación!

Confieso que desde que escuché esa historia siendo aún un niño, solo pude comprenderla en mi adultez. Mi abuelo siempre ha tenido bien claro el valor de la honradez y nunca ha habido fuerza en el mundo capaz de negociar en ese punto.

En el trayecto hacia la casa también recordaba, aunque borrosos por el paso del tiempo aquellos momentos en que con talvez 3 o 4 años mi abuelo me enseñaba décimas populares. Soliamos sentarnos en el portal de la casa vieja por las tardes y recitamos juntos las décimas de: El perro Trabuco, Pintame una taza china o Yo he visto a un cangrejo arando. !Me divertía mucho en esos ratos!

Caminaba y acudían a mi memoria los recuerdos de días festivos en que mi abuelo solía asar un cerdo. Sin temor a equivocarme puedo afirmar que es uno de los mejores "asadores" de la zona. Aún hoy lo mandan a buscar varios vecinos para que les ase el cerdo.

Pero si bien Gerardo es hombre de recio carácter, hay unas cuantas historias simpáticas que ha protagonizado. A ciencia cierta no puedo decir cuáles viví yo y cuáles forman parte del imaginario de la familia pero las disfruto igual.

Siguiendo con el tema del asado de cerdos, una vez se estaban preparando para asar uno un 31 de diciembre. Cómo es costumbre, mi abuelo mataba el cerdo el día antes para dejarlo adobado y al día siguiente asarlo.

En esa época estaba de moda darle un golpe al cerdo por la frente y luego desangrarlo cuando estuviera desmayado. No sé bien a quien se le ocurrió la idea de matar al 🐖 de ese modo, "para que no sufriera", el caso es que muy en contra de ese método mi abuelo lo utilizo. Resultado: el cerdo jamás se desmayo. Con el golpe se escapó y apareció en el nuevo año 🙄. De más está decir que ese fin de año lo que se aso fue pollo🤣.

Arropado por esos gratos recuerdos llegué a "la casa de todos". Alli me esperaba mi abuelo, sentado en su taburete en el portal de la nueva casa como antaño se sentaba para enseñarme las décimas populares, que aprendió de su padre y que también había enseñado a sus hijos. Yo lo abrace y agradecí a la vida por el regalo de tenerlo entre nosotros.

Agradecido de tu compañía hasta el final te dejo un abrazo de amigo. El texto fue traducido al inglés por DeepLTaranslate. Las imágenes utilizadas son de mis archivos personales.

Hello friend of Family & Friends. I want to start this post with a question, which I will try to answer myself, knowing that everyone's answer is individual: What have been the greatest gifts that life has given me?

Difficult question. I could mention several but undoubtedly one of them has been to have the family that "touched me". To each of its members I owe much of what I am.

Now, without a doubt, one of the greatest gifts is to have had a very special relationship with my grandparents. I want to talk to you about one of them today, since he is 88 years old.

I am not here to give you details about the family reunion. Although this date is always a reason to get together at everyone's house. Actually I could not be at the reunion due to work, but that day I could not miss spending some time with my grandfather Gerardo. Much less when I received a message from my dad saying: "your grandfather says he wants you to be at his birthday".

I had a pretty busy day and I had decided to go another time to see him but before "the ultimatum" 😂 I had to make room if or if. So I arranged schedules, made negotiations and almost late at night I left for the house where I was born.

That place is not easy to get to. You have to turn off the road and walk literally for more than 2 km to the batey of San Vicente. As I walked that stretch I thought about the shower of being able to attend and celebrate such dates. I greeted one, hugged another who asked me: Are you going to the old man's birthday? You're late! But in the lonely stretches I remembered so many moments. So many teachings! I want to tell you about some of them in this post.

My grandfather is the best model of integrity I have ever had. He is a man of little talk and much action. He instilled in his children and grandchildren the values that have guided our passage through life. As a child, I heard stories from my uncles and my father that illustrated to me my grandfather's steely character.

One story that always impressed me happened with my dad. When he was a boy there was a place called Media Legua. At one time there was a hamlet there, but little by little the neighbors moved to the batey.

At the time this story happened there were only a few fruit trees left in that place as a sign that there were houses there. One day my dad went there with some friends and picked some guavas from one of the bushes. Some of my grandfather's neighbors passed by, saw them and when they arrived at the batey they told him where my dad was and what he was doing.

Gerardo rushed out to look for them and when he met the group of boys who were on their way back, he looked very seriously at my father and said: "What have I told you about taking what doesn't belong to you?

My father, knowing his character, did not answer him, but in his defense one of his companions came out and answered: "But nobody has lived there for more than 10 years!" My grandfather only answered him with a question: Which one of you is the owner of those guava trees? That was the end of the conversation!

I confess that since I heard that story when I was still a child, I could only understand it in my adulthood. My grandfather has always been very clear about the value of honesty and there has never been a force in the world capable of negotiating on that point.

On the way home I also remembered, although blurred by the passage of time, those moments when I was maybe 3 or 4 years old when my grandfather taught me popular "décimas". We used to sit in the doorway of the old house in the afternoons and recite together the tenths of: El perro Trabuco, Pintame una taza china or Yo he visto a un cangrejo a arrando. I had a lot of fun during those times!

I would walk and memories of holidays when my grandfather used to roast a pig would come to my mind. I can safely say that he is one of the best "asadores" in the area. Even today, several neighbors still send for him to roast their pork.

But although Gerardo is a man of strong character, there are a few funny stories that he has starred in. I can't say for sure which ones I lived and which ones are part of the familiar imagination, but I enjoy them all the same.

Continuing with the theme of roasting pigs, once they were preparing to roast one on December 31. As is customary, my grandfather killed the pig the day before to marinate it and roast it the next day.

At that time it was fashionable to hit the pig in the forehead and then bleed it when it was passed out. I don't really know who came up with the idea of killing the 🐖 in that way, "so it wouldn't suffer", but the fact is that my grandfather used it, very much against that method. Result: the pig never fainted. With the blow he escaped and appeared in the new year 🙄. Needless to say, what was roasted that New Year's Eve was chicken🤣.

Tucked in those pleasant memories I arrived at "everyone's house". There my grandfather was waiting for me, sitting on his stool in the doorway of the new house as he used to sit to teach me the popular "décimas", which he learned from his father and had also taught to his children. I hugged him and thanked life for the gift of having him among us.

Grateful for your company until the end I leave you a friend's embrace. The text was translated into English by DeepLTaranslate. The images used are from my personal archives.