Desde que Nany llegó a nuestra vida hasta su última respiración e incluso digo que desde antes, sin embargo ella de algún modo fue quien reafirmó e impulsó la llama que aviva mi corazón al servir a los demás.
Mi hogar ha sido hogar de paso para algunas almas que en su momento lo han requerido.
Esta vez llegó Zeus, su historia de vida hasta ahora nos es un tanto ajena.

Conocimos de él gracias a un grupo de whatsapp dedicado a rehabilitar perros en condición de calle, con el fin de brindarles la posibilidad de una historia diferente; fue justo anoche que llego un mensaje a mi celular, era un video de él, donde la persona que lo grabó preguntaba si alguien podía darle hogar por un par de días, en ese momento sentí algo que me instaba a escribirle a dicha persona y ofrecer mi hogar para dicho cometido. Esa es la historia corta, ahora Zeus está aquí conmigo y justo mientras escribo esto lo veo dormir plácidamente.
Al verle así, comodo, calido y ganando confianza me cuestiono cuánto habrá tenido que pasar para estar hoy aquí, cuantos días sin comer o comiendo poco, en fin, una oleada de cuestionamientos… pero por otra parte agradezco por las personas que en su momento estuvieron prestar a ayudarle, dejando a un lado el sesgo que muchas veces nos impide ver que son almas, tal cual como nosotros. son seres sintientes merecedores de respeto, tal cual como nosotros. Ese lado de la humanidad, el lado amable, compasivo, amoroso… es el que me ayuda a seguir creyendo en ella.

Ahora para Zeus viene un proceso de recuperación, de ganar peso, subir defensas, castración, ganar confianza en la humanidad nuevamente, etc.

Gracias por leer hasta aquí.