3 MOMENTOS MÁGICOS DEL SENDERISMO [esp. / eng.]

Ayer fuimos de senderismo, un ejercicio realmente saludable para el espíritu y para el cuerpo, por muchas razones, pero hoy sólo quiero destacar tres de sus momentos mágicos:

PRIMERO. Cuando nos dijeron el día y la hora de la siguiente caminata, de inmediato nos mentalizamos para el recorrido, planeamos nuestra salida de casa, con el equipo necesario y con el tiempo a favor para evitar improvisaciones. Y aparte de fortalecer esta disciplina del orden, está lo otro, el ambiente mental en que se sumerge esa parte del cerebro que se encarga de motivarnos a realizar esta actividad; y este escenario, repito, mental, que está asociado con las expectativas del disfrute por el hecho de ir a caminar, por ir a un sitio nuevo o conocido, pero del que sabemos que es rico en experiencias, eso, ya de por sí es enriquecedor porque te mantiene en un estado de excitación que te motiva y entonces uno habla con los amigos y les vende la idea del senderismo, de sus beneficios, le comenta de los sitios visitados y del próximo viaje, de las ganancias individuales, grupales y familiares; uno quisiera que toda la familia, los amigos y conocidos fueran senderista y como eso no es posible, pues uno mismo se contenta con la promesa de decirles cómo fue la nueva experiencia.

Este estado mental es uno de los primeros beneficios para la salud; estar motivado a realizar una actividad física ayuda a que se disfrute con mayor intensidad, prepara el cuerpo para que esté presto a la acción y te augura esperanzas de buenas señales.

SEGUNDO. Sales de casa a la hora prevista y en el camino te vas encontrando con la manada, y ahí viene la segunda motivación. El saludo efusivo y sincero de esos que andan igual que tú, levantados desde la madrugada, que en días previos estuvieron intentando convencer a sus familiares y amigos de lo bonito del senderismo; ese primer saludo mañanero anima tu estado mental y les da hilo a tus expectativas de disfrute, sirven para justificar tu madrugada y tus deseos de que todo siga yendo bien.

Esa gente que se parece a ti por el gusto que comparten, que irán a buscar lo mismo que tú, el contacto la naturaleza, experiencias nuevas de vida, combatir el estrés, alejarse por un tiempo de los excesos tecnológicos, salir de la rutina, conocer gente, ir a meditar, en fin, con la que andarás mientras dure la caminata y el próximo viaje, y con la que contarás en caso de situaciones emergencia, también te ayuda a mantener un estado mental de seguridad, de confianza. Al formar parte de la misma tribu sabes que contarás con ella y que ellos cuentan contigo; eso es saludable y mientras andes con gente como esa, andas en un estado mental de optimismo y autoconfianza.

TERCERO. El momento de la caminata. Oyes las instrucciones del líder, esperas que den la orden y empiezas a desnudar tu excitación mental mientras vas avanzando en el recorrido. Es el momento más mágico, hallarse en medio de la naturaleza, escuchar el silbido del viento, contrastar la vegetación, medir la dimensión de los árboles, sus tallos, sus ramas y frutos, recordar sus nombres o incluirlo en nuestro bagaje cultural. El senderismo es más que caminar, es una actividad realizada con plena conciencia, es un ejercicio idóneo para reencontramos con la naturaleza, para medir sus fuerzas y las nuestras, no para desafiarlas, sino para aprender a valorarlas en su justa dimensión.

Aun cuando no se camine con esa intención pedagógico, el senderismo sirve para acercarnos a la naturaleza, en especial para poner en contacto a los más pequeños con las otras formas de vida, y ya eso es bastante para seguir haciéndolo.