El Bajo [Esp-Eng]

Decía mi abuelo, que tenía la piel curtida por el sol y el salitre, que esta parte de la bahía de Mariel se podía atravesar caminando, con el agua al cuello pero con tus pies. Recuerdo que para entonces yo no sumaba 10 años y aunque era u niño alto para su edad, mi talla no era suficiente para corroborar esas afirmaciones de mi abuelo. Por allá por los comienzos de los 90 del siglo pasado, pasábamos horas pescando y tratando de llevar algo de comer a la casa. Muchas veces mi abuelo junto a mi padre "fangueban" (buscar entre el lodo del fondo marino) especies de peces, cangrejos y camarones y el trabajo parecía bien difícil.

My grandfather, whose skin was weathered by sun and salt, used to say that this part of Mariel Bay could be crossed on foot—with water up to your neck, but your feet still touching the ground. I remember I wasn’t yet ten years old then, and although I was a tall child for my age, I wasn’t tall enough to verify my grandfather’s claim. Back in the early 1990s, we would spend hours fishing, trying to bring something home to eat. Many times, my grandfather and my father would “fanguear”—dig through the muddy seabed—for fish, crabs, and shrimp, and the work always seemed so hard.

Recuerdo salir temprano en la mañana, aun cuando el sol no despuntaba en el cielo sus rayos, achicar el bote del agua que se le pudo filtrar durante la madrugada, y remar por varios kilómetros: pasar por el lado del Cayo Ratón, llegar a la desembocadura del río Bongo, visitar los desechos del barco encallado y abandonado a su suerte que tanto misterio y enigma creaba en todos los que lo visitaron en algún momento (este es uno de los lugares disueltos por el tiempo y la corrosión). Tantas aventuras en aquel trozo de mar.

QuoteI remember heading out early in the morning, before the sun had cast its rays across the sky, bailing out the water that had seeped into the boat overnight, and rowing for several kilometers: passing by Cayo Ratón, reaching the mouth of the Bongo River, visiting the remains of the ship that had run aground and been left to its fate—a place that stirred mystery and wonder in all who visited it at some point (one of those places now dissolved by time and corrosion). So many adventures in that stretch of sea.

Tarde entendí, que esos muelles de madera carcomidos por la intemperie y los embates del mar, más que una aventura representaban un estilo de vida, la economía de un grupo de familias del pueblo. Que aquello no era una expedición a la aventura, sino el sustento de muchas vidas. Ya grande, hace algunos años, tuve la oportunidad de visitarlo, esta vez con cámara en mano y logré hacer unas instantáneas en un atardecer que nos regaló ese día, todo antes que pasara el ciclón Rafael, un acontecimiento que podía cambiar todo el panorama alrededor.

It took me years to understand that those weathered wooden docks, worn down by the elements and the pounding sea, were more than just an adventure—they were a way of life, the livelihood of several families in the town. It wasn’t a journey into the unknown, but the daily sustenance of many lives. Years later, as an adult, I had the chance to return—this time with a camera in hand—and managed to capture a few snapshots during a sunset that graced us that day, just before Hurricane Rafael swept through, an event that could change the entire landscape around us.

Detalles Técnicos 
Cámara: Canon EOS 80DLente: Sigma Art 18-35mm f/1.8 DC , Helio-44-2 58mm f/2, Canon EF 50mm f/1.4 USM, Canon EF-S 10-18 f/4.5-5.6 IS STM
Trípode: K&F Concept K254C2 

Texto traducido por Copilot / Translated by Copilot.