Atrapando los colores del otoño bonaerense [Es-En]
¡Feliz miércoles de caminata!
Hace unos días salí a dar un paseo para despejar la mente, y aunque ya hace algo de frío en Buenos Aires me niego a quedarme encerrada. He descubierto una magia especial en los paseos otoñales,
pero es que son una cosa maravillosa, llenos de colores inesperados.
Yo creía que los otoños eran grises y apagados, pero no, están llenos de colores e incluso de flores; aunque también de días lluviosos. Las hojas amarillentas pintan el paisaje como si fueran flores, como si le robaran color al sol haciendo su vida más efímera. Luego se dejan caer para formar una interesante alfombra.
Esta calle me queda muy cerca de casa y corre junto a las vías del tren, tiene un encanto como de cuento de hadas; pero me concentré principalmente en captar los colores del otoño, la luz entre los árboles que son un poco pálidos y brillando entre las hojas.
Yo quería conectar con la naturaleza, con el ciclo de la vida, de los árboles que se van desnudando para esperar al invierno. Mientras yo me pongo cada vez más capaz de abrigo, los árboles se van quedando más pelones para pasar el invierno.
Lo que menos esperaba encontrar durante este paseo era esta pared llena de flores moradas. Supongo que para mí que crecí en Venezuela, en dónde no hay estaciones diferenciadas y el clima no es tan variable, el otoño y el invierno eran imágenes formadas por la ficción, algo visto solo en películas o libros. Descubrir que el otoño (e incluso el invierno) también puede tener flores, fue maravilloso, casi mágico.
Ahora que ya conozco el otoño he completado el ciclo y puedo decir que conozco todas las estaciones. Cada una con su encanto y su magia. Ahora que las conozco todas puedo decir que más me gustó fue la primavera.
Espero que disfrutaran de pasear conmigo y que me cuenten cuál es su estación favorita.
Imágenes de autoría, tomadas con teléfono Motorola Edge 30 Neo.
English version
Happy Walking Wednesday!
A few days ago I went for a walk to clear my mind, and although it's already a bit chilly in Buenos Aires, I refuse to stay inside. I've discovered a special magic in autumn walks,
but they are a wonderful thing, full of unexpected colors.
I thought autumns were gray and dull, but no, they are full of colors and even flowers; although they are also full of rainy days. The yellowish leaves paint the landscape like flowers, as if stealing color from the sun, making their life more ephemeral. Then they fall to form an interesting carpet.
This street is very close to my house and runs alongside the train tracks. It has a fairytale-like charm; but I mainly focused on capturing the colors of autumn, the light between the trees, which are a little pale and shining through the leaves.
I wanted to connect with nature, with the cycle of life, with the trees stripping down to wait for winter. As I become more sheltered, the trees become more bare to endure the winter.
The last thing I expected to find during this walk was this wall full of purple flowers. I suppose that for me, growing up in Venezuela, where there are no distinct seasons and the climate isn't that variable, autumn and winter were images formed by fiction, something seen only in movies or books. Discovering that autumn (and even winter) can also have flowers was wonderful, almost magical.
Now that I know autumn, I've completed the cycle and can say I know all the seasons. Each with its own charm and magic. Now that I've known them all, I can say that I liked spring the most.
I hope you enjoyed walking with me and that you'll tell me which is your favorite season.
Images by my own, taken with a Motorola Edge 30 Neo phone.
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Thanks for joining the Wednesday walk
Have a great day