La contingencia en crónicas (es/en)

Dos días de mi cotidianidad al estilo de la crónica para ustedes mis queridos lectores abejas.

Día uno: -"La cocina supersónica".

No sé si a ustedes les pasa, pero con esto de los apagones, he descubierto que uno va desarrollando habilidades casi sobrenaturales. Por ejemplo, como estoy "sin gas" en el gao, todo tengo que cocinarlo en el fogón de inducción. Y cuando digo todo, digo todo en un solo caldero y una sartén.

Durante el apagón, ya cerca de la hora en la que se supone que debe llegar la luz, yo voy pelando los ajos, pelando las viandas, escogiendo el arroz... Y en caso especial, picando la carne, lo que es igual a descongelar el picadillo. A esta zona previa le llamo: "En sus marcas". Una vez dispuesto todo y organizado en el orden de la futura cocción, entro en la zona: "¡Listo!".

Cuando la corriente llega, fresca como una lechuga, comienza la zona: "¡Fuera!". Y es ahí donde empieza el despelote. Pongo el caldero, echo las viandas, las dejo ablandar. Quito el caldero, mientras aplasto las viandas con un tenedor, pongo la sartén, hago el sofrito. Quito la sartén. Pongo el caldero. Dejo que cuaje, condimento.

Quito el caldero. Pongo la sartén, hago la carne, mayormente el picadillo. Y así, quita caldero, pon sartén. Quita sartén y por caldero, logro hacer el almuerzo en tiempo récord.😎. Siempre puede ocurrir que la corriente se vaya antes de lo previsto, si es que hay previsto. Y antes de que ella me joda, la jodo yo a ella. ¡Chúpate esa, UNE!😜😜😜

Del sabor podemos hablar después. Y del color hablamos ahora: Compré un pomo grande de bijol a falta de frijoles. Así que, todo en mi interior se está tornando "yellow".

Día Dos: "Pelé dos días de salario en yuca".

Fregué la meseta después de la peladera porque esa tierra colorada jode y se mete donde quiera. Las piqué, las puse a hervir y luego las asusté con agua fría. "Si me cogen hablando de eso me parten en dos como a una yuca", me dijo el vendedor del agro cuando le pregunté si no iban a entrar productos mañana o pasado porque aquello hoy daba grima.

En la cola dos señoras hablaban entusiasmadas sobre las fechas en que sus hijos le pusieron el parole. Un profesor de la universidad devolvió la mano de plátanos machos cuando el vendedor le dijo el precio por su peso. Un hombre en otro lado le dice a alguien que gracias a Dios "les dieron" "su" pomito de aceite y sus libras de arroz por la bodega, que la gente "no se puede quejar".

En los kioscos de las espinacas solo venden jabitas de nylon y a la parte de la carne de puerco no llegué. ¿Pa qué? Compré plátanos, yuca y jabitas de nylon para la semana. Lo normal, en algún pais normal sería poder comprar todo lo que necesitas un solo día, a un precio justo. Y ponerlo todo en tu despensa para cocinar durante la semana. Pero ya sabemos que esto no es un país normal.

En las afueras del mercado estaban los vendedores de ajo. Vi el precio en los cartones que les pegan a las bicicletas y seguí de largo. Un hombre me vendió una caja de cigarros "La doy en 150, pero como vienes del mercado te la dejo en 120. Adentro meten buenas mordidas". Le sonreí por la gentileza y le pagué 150 porque a decir verdad. ¿ Qué coño hago yo con esos 30 del vuelto?

Miré los portales de la Calzada de la Coloma. Es domingo, hay ventas de garage. Perchas y perchas de ropa que nadie mira, que nadie se detiene a preguntar. Y entonces me fijé en las caras de los transeúntes. De los vendedores, de los dueños de las ventas de portal, de los que están en las esquinas...

Y en efecto, todos tenemos el mismo síntoma en la mirada: " Nos quitaron la cáscara, nos quitaron la tierra, nos pusieron a hervir, nos echaron agua fría y nos partieron en dos como a una yuca"...

Las imágenes utilizadas en la publicación son de mi propiedad tomadas con mi móvil Xiaomi. Traducción al Inglés por Deepl Traslate. Puedes encontrarme en los siguientes perfiles de redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram.

ENGLISH VERSION (click here!)

Two days of my daily life in chronicle style for you, my dear bee readers.

Day one: "The supersonic kitchen".

I don't know if it happens to you, but with the blackouts, I have discovered that one is developing almost supernatural abilities. For example, since I'm "out of gas" on the gao, I have to cook everything on the induction stove. And when I say everything, I mean everything in one pot and one pan.

During the blackout, close to the time when the power is supposed to come on, I peel the garlic, peel the vegetables, choose the rice.... And in special case, mincing the meat, which is the same as defrosting the mince. I call this previous area: "On your marks". Once everything is arranged and organized in the order of the future cooking, I enter the zone: "Ready".

When the current arrives, fresh as a lettuce, the zone begins: "Out!". And that's when the mess starts. I put the cauldron, throw in the food, let it soften. I remove the pot, while I crush the vegetables with a fork, I put the pan, I make the sofrito. I remove the pan. I put the cauldron. I let it cook, I season.

I remove the pot. I put the pan, I make the meat, mostly the picadillo. And so, take out the cauldron, put in the frying pan. Remove frying pan and by cauldron, I manage to make lunch in record time.😎. It can always happen that the power goes out ahead of schedule, if there is a schedule. And before she fucks me, I fuck her. suck it, UNE!😜😜😜😜

We can talk about the taste later. And about the color we talk now: I bought a big pomo of bijol for lack of beans. So, everything inside me is turning "yellow".

Day Two: "I peeled two days' salary in cassava".

I scrubbed the plateau after the peeling because that red dirt fucks and gets everywhere. I chopped them, put them to boil and then scared them with cold water. "If they catch me talking about it, they'll cut me in two like a yucca", the agricultural salesman told me when I asked him if they weren't going to bring in products tomorrow or the day after because today it was scary.

In line two ladies were talking enthusiastically about the dates their children got their parole. A university professor handed back a handful of male bananas when the vendor told him the price by weight. A man on another side tells someone that thank God they "got" "their" pomito of oil and their pounds of rice for the bodega, that people "can't complain".

In the spinach kiosks they only sell nylon soap and I didn't get to the pork part. What for? I bought plantains, yucca and nylon jabitas for the week. The normal thing in any normal country would be to be able to buy everything you need in one day, at a fair price. And put it all in your pantry to cook for the week. But we already know that this is not a normal country.

Outside the market were the garlic sellers. I saw the price on the cartons they put on the bicycles and walked on. A man sold me a box of cigars "I give it to you for 150, but since you come from the market I'll let you have it for 120. I smiled at him for his kindness and paid him 150 because to tell the truth, what the hell do I do with that 30 of change?

I looked at the portals of Calzada de la Coloma. It's Sunday, there are garage sales. Hangers and hangers of clothes that nobody looks at, that nobody stops to ask. And then I noticed the faces of the passers-by. Of the vendors, of the owners of the garage sales, of those on the corners....

And indeed, we all have the same symptom in our eyes: "They took off our shells, they took off our soil, they boiled us, they poured cold water on us and they cut us in two like a cassava"....

The images used in the publication are my own taken with my Xiaomi cell phone. English translation by Deepl Translate. You can find me on the following social media profiles: Facebook, Twitter, Instagram.