Vivir lejos de la familia en ocasiones es un desafío, más cuando tienes la costumbre de visitarlos sistemáticamente, para saber cómo se encuentran de salud o simplemente, para pasar un rato con ellos, algo que para mí es necesario.

Ayer (sábado) me levanté temprano en la mañana, organicé mis cosas y me aventuré con destino a la terminal de ómnibus de Pinar del Río, digo “me aventuré”, porque lo que implica agarrar transporte en Cuba en estos días es todo un desafío, por suerte me considero una persona resiliente (resiliencia: capacidad para vencer obstáculos) ¡Aquí les cuento un poco de esta historia!

Mi primera estancia fue a unos metros de mi casa, esperando la ruta que me llevaría hasta la terminal. Allí pasé un buen rato pensando y me debatí intensamente (conmigo mismo) casi me convenzo de que regresar era la solución más fácil, no obstante, mientras observaba a los trabajadores de comunales que con sus máquinas de mano, chapeaban las orillas de la avenida y conversaba con los que allí se encontraban, una hora y media después, llegó el ómnibus que me daría el primer adelantón en mi viaje.

Llegando a la terminal fui directo a preguntar por la salida de algún ómnibus de los que salían con cierta regularidad, la respuesta de la empleada fue: “hay problemas de combustible y no está saliendo nada para San Juan”, municipio donde vive mi familia, ahí me dije a mi mismo: ¡mimismo, que fuerte!

Desde el día anterior ya me había contado un amigo que la situación del transporte hacia los municipios estaba en crisis, todo suspendido por problemas de combustible, algo que no es nuevo para nosotros los cubanos, pero también me comentó que el precio de las máquinas boteras (taxis) y camionetas, realmente estaban altos, no obstante amigos lectores, mi idea siempre fue firme, por esta misma razón del dichoso combustible llevaba casi un mes sin ver a mi familia.

Con mi espíritu resiliente, pasé allí tres horas esperando, pasaban el tiempo y la cola de las máquinas iba creciendo, eran más de las 12 del día y mi mayor preocupación estaba en el regreso, si lograba llegar claro, quedarme era otra posibilidad pero viajar el domingo para mi casa podía ser un desafío más grande.

¡Qué triste estancia amigos! Como duele ver el trabajo que pasa el cubano en días como estos, yo a veces no deseo ni salir a las calles, es que todo está revuelto y la incertidumbre es fuerte, entre el precio, la falta de productos y la mala calidad en los servicios necesarios, llevan al caos a cualquiera.

Volviendo a mí viaje. A pesar de estar entre los primeras 20 personas de la cola, entraron varios carros, pero muchos en el pirateo y con sobreprecios, hasta que llegó el que hizo realidad mi viaje y que por un precio un poco alto para el salario de un docente en Cuba me traslado 15 km hasta “El Cafetal!, una zona rural de San Juan y Martínez, tierra donde crecí.

Fui directo a saludar a la familia y después a almorzar, por suerte todos estaban en casa esperando, pues no me debía demorar para el regreso, era necesario evitar la noche.

Después de descansar, hablar un rato con mis hermanas, saludar a los amigos y vecinos de siempre, sobre las 3.00 pm salí para la parada de regreso.

Por más de una vez pensé en regresar, pues estaba realmente cansado y tanto en la ida como en el regresó iba con insumos necesarios para el hogar y las familias del campo y de la ciudad, pero mi persistencia me decía, espera un poco más y fue así que dos horas después me paró un carro que me trajo hasta la ciudad, por suerte cerca de la parada donde debía coger la ruta 4 (los pinareños saben de qué hablo).

Llegué pasado la 5.00 pm, un “sábado”, la ruta con un viaje de ida sin vuelta, cada una hora. No fue hasta las 7.00 pm que llegó la que me llevó hasta muy próximo a la casa, por suerte, porque realmente fue un día agotador y pasé hasta un poco de sed durante el recorrido.

Desenlace:

En ocasiones tenemos que ser perseverantes, los contextos actuales se están haciendo cada día más difíciles y para los cubanos, como para muchos otros, ser resilientes no es una opción.

Fue un día agotador, pero cumplí mi objetivo, me puede encontrar con la familia y tener ese contacto tan necesario para nuestro bienestar físico y emocional.

Gracias por leerme y llegar hasta aquí. Mis saludos.

Recursos empleados:
Imágenes: originales, tomadas con mi Samsung Galaxy A02
Banners: diseñados por mí, en Canva
Texto: original, de la autoría de @ibcabrera

English Version

Living away from family can be a challenge sometimes, especially when you're used to visiting them regularly, to check on their health or just to spend some time with them, something that I consider necessary.

Yesterday (Saturday) I got up early in the morning, organized my things and ventured towards the bus terminal in Pinar del Río, I say "ventured" because what it implies to get transportation in Cuba these days is quite a challenge, luckily I consider myself a resilient person. Here I tell you a little bit of this story!

My first stop was a few meters from my house, waiting for the route that would take me to the terminal. There I spent some time thinking and I debated intensely (with myself) almost convinced myself that going back was the easiest solution, however, while I watched the communal workers with their hand machines, sweeping the sidewalks of the avenue and talking to those who were there, an hour and a half later, the bus that would give me the first head start in my journey arrived.

Upon arrival at the terminal I went straight to ask about the departure of any of the buses that left with some regularity, the employee's response was: "there are fuel problems and nothing is leaving for San Juan", municipality where my family lives, there I told myself: man, that's tough!

The day before, a friend had already told me that the situation of transportation to the municipalities was in crisis, all suspended due to fuel problems, something that is not new to us Cubans, but he also told me that the price of the boteras (taxis) and camionetas was really high, however friends readers, my idea was always firm, for this same reason of the damn fuel I had not seen my family for almost a month.

With my resilient spirit, I spent three hours there waiting, time passed and the line of machines grew, it was more than 12 noon and my main concern was the return, if I managed to arrive of course, staying was another possibility but traveling on Sunday to my house could be a bigger challenge.

What a sad stay friends! It hurts to see the work that the Cuban does on days like these, sometimes I don't even want to go out into the streets, it's just that everything is stirred up and the uncertainty is strong, between the price, the lack of products and the poor quality of the necessary services, they lead to chaos anyone.

Back to my trip. Despite being among the first 20 people in line, several cars entered, but many of them were pirated and overpriced, until the one that made my trip come true arrived and, for a price a little high for the salary of a teacher in Cuba, took me 15 km to "El Cafetal!", A rural area of San Juan and Martínez, land where I grew up.

I went straight to greet the family and then to lunch, luckily everyone was at home waiting, because I shouldn't take long to return, it was necessary to avoid the night.

After resting, talking for a while with my sisters, greeting the old friends and neighbors, around 3:00 pm I left for the return stop.

More than once I thought about returning, because I was really tired and both on the way there and on the way back I was carrying necessary supplies for the home and families in the countryside and in the city, but my persistence told me, wait a little longer and that's how two hours later a car stopped to take me to the city, luckily near the stop where I had to take route 4 (the people from Pinar del Río know what I'm talking about).

I arrived after 5:00 pm, a "Saturday", the route with a one-way trip, each hour. It wasn't until 7:00 pm that the one that took me very close to the house arrived, luckily, because it was really a exhausting day and I even got a little thirsty during the trip.

Outcome:

Sometimes we have to be persistent, the current contexts are becoming more and more difficult and, for Cubans, as for many others, being resilient is not an option.

It was a exhausting day, but I accomplished my goal, I can find the family and have that contact so necessary for our physical and emotional well-being.

Thank you for reading and getting this far. My greetings.

Resources used:

Images: original, taken with my Samsung Galaxy A02
Banners: designed by me, in Canva
Text: original, by @ibcabrera
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.