Saludos amigos y familia que visitan esta comunidad. Hoy quiero compartir con ustedes, cómo nuestro nuevo hogar ha servido de inspiración y ha transformado la manera en que siento la compañía de mis nuevos compañeros de trabajo. Este relato no solo es sobre un lugar físico, sino sobre la energía que se genera cuando estamos rodeados de personas que valoramos y apreciamos.

Un Paisaje que inspira

Durante la temporada vacacional de diciembre, compartí algunas fotos en mis estados de WhatsApp que despertaron el interés de mis compañeros de trabajo. En ellas, se podía ver el hermoso paisaje desde mi balcón, un espacio que se ha convertido en un refugio para mí. Mis amigos comentaron que mi casa parecía el lugar perfecto para desestresarse, además de ser espaciosa y acogedora. Después de tres años sin compartir con amistades, la idea de recibirlos en casa me llenó de emoción.

Planear esta reunión fue un proceso que me hizo reflexionar sobre lo importante que es el espacio en el que vivimos. La casa, aunque algo reducida en su interior, cuenta con un amplio patio donde los niños pueden jugar. En su mayoría, mis compañeras son madres profesionales, al igual que yo, y todas llevamos a nuestros hijos a donde quiera que vamos. La idea de recibir a tantas personas, incluidos los pequeños, era un desafío, pero también una oportunidad para crear recuerdos.

Después del pago de la quincena, la visita era un hecho

Desde temprano, algunos de mis amigos fueron de compras para conseguir pescado fresco. Yo, por mi parte, decidí quedarme en casa para organizar todo para la visita numerosa que iba a recibir. Decidimos que disfrutaríamos de un almuerzo sencillo pero delicioso: pescado, ensalada, yuca y, para algunos, arroz. Contribuimos juntos con alrededor de 3.5 dólares cada uno, lo que demuestra que no siempre se necesita mucho dinero para crear momentos memorables.

El delicioso plato que degustamos

La cocina, aunque a veces puede ser un lugar de estrés, se transformó en un espacio de risas y chistes. Mientras preparábamos la comida, compartíamos anécdotas, risas y sueños. La energía positiva en el aire era palpable, y sentí que, a pesar de las dificultades que cada una enfrentaba en su día a día, ese momento compartido nos unía de una manera especial. Para nadie es un secreto el salario del docente en Venezuela, pero nosotros muy contentos esperando, lo poco o mucho que nos llega a nuestras cuentas bancarias para compartir un almuerzo hecho en casa.

El Imprevisto

Uno de los profesores, el único caballero entre nosotras, era el encargado de la cocina. Sin embargo, se presentó un imprevisto y tuvo que salir durante aproximadamente una hora. Al llegar, ya habíamos hecho la mayor parte de la preparación. Este pequeño contratiempo se convirtió en una anécdota más que en un problema. La capacidad de adaptarnos y reírnos de la situación fue un reflejo de la energía positiva que habíamos creado.

Cuando finalmente se unió a nosotros, todos estábamos listos para disfrutar de la comida. En ese momento, me di cuenta de que no solo estábamos compartiendo un almuerzo, sino también un espacio de apoyo mutuo. Las amistades son fundamentales en nuestra vida, y tener la oportunidad de compartir momentos así es invaluable.

Energías que Transforman

He titulado mi escrito "Lugares que Mueven Energías" porque siento que en mi hogar, y en cada rincón de ese día, quedaron esas radiantes energías que atraen muchas cosas positivas a mi vida. La conexión que se establece al compartir con amigos y familiares es transformadora. Nos ayuda a recuperar la alegría, a sentirnos apoyados y a recordar que no estamos solos en nuestras luchas.

Cuando estamos rodeados de personas que nos comprenden y nos aceptan, nuestras preocupaciones parecen más ligeras. Las risas compartidas, las historias contadas y los momentos vividos juntos crean una atmósfera que alimenta nuestras almas. La energía de un lugar no solo proviene de su entorno físico, sino de las interacciones humanas que se producen en él.

El Poder de la Compañía

La compañía de amigos y familiares tiene un impacto profundo en nuestra salud mental y emocional. Estudios han demostrado que las relaciones sociales positivas pueden reducir el estrés, mejorar el bienestar general y aumentar la longevidad. En mi caso, después de tres años de aislamiento, la reunión fue como un bálsamo para el alma. La energía que se generó en mi hogar fue un recordatorio de lo esencial que es mantener conexiones significativas en nuestras vidas.

A medida que la tarde avanzaba, y después de disfrutar de una comida deliciosa, comenzamos a compartir nuestros sueños y aspiraciones como maestras, llegó la tarde del café y muchas fotos. Entre tanta historia una de las maestras quedo dormida en la hamaca, ya se imaginarán la cantidad de fotos que se hicieron junto a ella mientras dormía.

La experiencia de recibir a mis compañeros de trabajo en casa, junto a su hijos, me hizo reflexionar sobre la importancia de crear espacios donde todos se sientan bienvenidos y valorados. Un hogar no es solo un lugar físico; es un refugio emocional donde podemos ser nosotros mismos, donde podemos compartir nuestras luchas y celebrar nuestras victorias.

Así que, si alguna vez te sientes abrumado o solo, recuerda que la compañía de amigos puede ser la clave para transformar tu energía. No subestimes el poder de un buen encuentro, una comida compartida y las risas que surgen de la conexión humana, no es necesario una inversión abrumadora para pasarla bien.

Y lo más hermoso de la tarde fue que nuestros hijos jugaron hasta mas no poder. Los lugares que mueven energías son aquellos donde se construyen relaciones significativas y se nutren las almas. Mi nuevo hogar ha sido un testimonio de esto, deseo recuperara parte de la energía que había estado ausente en mi vida. Así que, a seguir creando recuerdos y compartiendo momentos que llenen nuestros corazones de alegría.

Gracias por pasar y leerme.

Imágenes de mi propiedad tomadas con mi Redmi10A

Greetings friends and family who visit this community. Today I want to share with you how our new home has served as inspiration and transformed the way I feel in the company of my new coworkers. This story is not only about a physical place, but about the energy that is generated when we are surrounded by people we value and appreciate.

A Landscape that inspires

During the December holiday season, I shared some photos on my WhatsApp statuses that piqued the interest of my co-workers. In them, you could see the beautiful landscape from my balcony, a space that has become a refuge for me. My friends commented that my house seemed like the perfect place to de-stress, as well as being spacious and cozy. After three years without sharing with friends, the idea of ​​receiving them at home filled me with emotion.

Planning this meeting was a process that made me reflect on how important the space in which we live is. The house, although somewhat small inside, has a large patio where children can play. Most of my colleagues are professional mothers, like me, and we all take our children wherever we go. The idea of ​​hosting so many people, including little ones, was a challenge, but also an opportunity to create memories.

After paying the fortnight, the visit was a fact

Early on, some of my friends went shopping to get fresh fish. For my part, I decided to stay at home to organize everything for the large visit I was going to receive. We decided we would enjoy a simple but delicious lunch: fish, salad, cassava and, for some, rice. We together contributed about 3.5 dollars each, which shows that it doesn't always take a lot of money to create memorable moments.

The kitchen, although it can sometimes be a place of stress, became a space for laughter and jokes. While we prepared the food, we shared anecdotes, laughter and dreams. The positive energy in the air was palpable, and I felt that, despite the difficulties that each of us faced in our daily lives, that shared moment united us in a special way. The teacher's salary in Venezuela is a secret to no one, but we are very happy waiting for the little or much that reaches our bank accounts to share a homemade lunch.

The Unforeseen

One of the teachers, the only gentleman among us, was in charge of the kitchen. However, an unforeseen event occurred and he had to leave for about an hour. Upon arrival, we had already done most of the preparation. This small setback became an anecdote rather than a problem. The ability to adapt and laugh at the situation was a reflection of the positive energy we had created.

When he finally joined us, we were all ready to enjoy the food. In that moment, I realized that we were not only sharing a lunch, but also a space for mutual support. Friendships are fundamental in our lives, and having the opportunity to share moments like this is invaluable.

Energies that Transform

I have titled my writing "Places that Move Energies" because I feel that in my home, and in every corner of that day, there were those radiant energies that attract many positive things to my life. The connection established by sharing with friends and family is transformative. It helps us regain joy, feel supported, and remember that we are not alone in our struggles.

When we are surrounded by people who understand and accept us, our worries seem lighter. The laughter shared, the stories told and the moments spent together create an atmosphere that feeds our souls. The energy of a place not only comes from its physical environment, but from the human interactions that occur there.

The Power of the Company

The company of friends and family has a profound impact on our mental and emotional health. Studies have shown that positive social relationships can reduce stress, improve overall well-being, and increase longevity. In my case, after three years of isolation, the reunion was like a balm for the soul. The energy generated in my home was a reminder of how essential it is to maintain meaningful connections in our lives.

As the afternoon progressed, and after enjoying a delicious meal, we began to share our dreams and aspirations as teachers, the afternoon of coffee and many photos arrived. Among so much history, one of the teachers fell asleep in the hammock, you can imagine the number of photos that were taken with her while she was sleeping.

The experience of receiving my coworkers at home, along with their children, made me reflect on the importance of creating spaces where everyone feels welcome and valued. A home is not just a physical place; It is an emotional refuge where we can be ourselves, where we can share our struggles and celebrate our victories.

So if you ever feel overwhelmed or alone, remember that the company of friends can be the key to transforming your energy. Don't underestimate the power of a good meeting, a shared meal and the laughter that comes from human connection, you don't need an overwhelming investment to have a good time.

And the most beautiful thing about the afternoon was that our children played until they couldn't. The places that move energies are those where meaningful relationships are built and souls are nourished. My new home has been a testament to this, I wish I could regain some of the energy that had been missing from my life. So, let's continue creating memories and sharing moments that fill our hearts with joy.

Thanks for stopping by and reading me.

Images of my property taken with my Redmi10A