A veces me resulta sorprende lo mucho he cambiado y madurado, no me malentiendan aún soy un ser en construcción y con sinceridad dudo que alguna vez dejé de estar construyendo mi mejor versión, pues mi ser es dinámico y de eso se trata la evolución ¿o no? Pero me sorprende como ahora tengo una comprensión distinta de la vida.

Hace unos días mi mamá me veía preparar la comida y me comentaba lo mucho que había cambiado, es gracioso cuando antes odiaba cocinar, ahora disfruto de prepararle hasta un sándwich a mi bebe, me gusta decir que es un súper poder de mamá, pero mi madre me dijo que nada de eso tiene que ver.

La maternidad me cambió eso es inevitable, pero no soy la persona de hace más de 4 años que llena de ilusiones miraba su vientre pensando en como su vida había tomado un nuevo rumbo, creo que ni siquiera soy la misma persona de hace dos meses.

Recuerdo ir a terapia y discutir acerca de ese asunto, y el simple hecho de mirar mi vida aceptar mis errores y continuar es un gran cambio, no solo lo digo yo.

Creo que mi mayor cambio llegó cuando hace poco me ví al espejo y dejé de esperar “el gran día”, no necesito cambiar mi estilo de vestir o de peinarme para convertirme en una mejor versión, cuando lo verdaderamente importante está en mis hábitos (o así lo pienso yo).

Por años, me esperé al lunes, inicio de mes y hasta año nuevo para dar el paso, la excusa estaba bien servida para no iniciar. Es tan gracioso que recuerdo que una vez, no cambié mis hábitos hasta que cambié mi look y por más que lo pienso sonrío por tal razonamiento.

Lo admito abiertamente, me sentido culpable y apenada por muchas razones, hubo decisiones tomadas desde la impulsividad e incluso en mi peor momento de vulnerabilidad.

Ahora que lo pienso incluso después de pasar un tiempito, seguía pensando a donde debía huir y si soy sincera uno de los cambios más puntuales que he tenido ha sido entender que debo y tengo derecho a equivocarme para madurar.

El hecho de tener 20, 30, 50 no me deja fuera del margen de error para equivocarme, a veces ni se porque vinculamos la edad a eso, pero hoy acepto abiertamente que aunque una parte de mi se arrepienta de millones de cosas, la otra sabe que tuvieron que ser y nadie puede juzgarme ¡Mucho menos yo!

Existen cambios inevitables, otros son involuntarios y algunos vienen de las peores tormentas. No estoy segura si para todo mi entorno es evidente que no soy la misma de hace uno o dos meses, pero lo que si tengo claro es que en mi corazón y en mi alma cada vez me siento mas tranquila de lo que he logrado o represento.

Y es que lo que me representa y habla de mi está frente al mundo entero en este segundo, nada tiene que ver con la mujer de ayer, porque esta nueva versión tiene el entendimiento de que hay cambios repentinos que llenan todo tu ser.

Sometimes I am surprised by how much I have changed and matured. Don't get me wrong, I am still a work in progress, and honestly, I doubt that I will ever stop working on becoming the best version of myself, because I am a dynamic person, and that is what evolution is all about, isn't it? But I am surprised by how I now have a different understanding of life.

A few days ago, my mom was watching me prepare lunch and commented on how much I had changed. It's funny because I used to hate cooking, but now I enjoy making even a sandwich for my baby. I like to say it's a superpower of motherhood, but my mother told me that has nothing to do with it.

Motherhood changed me, that's inevitable, but I'm not the person I was more than four years ago, full of hope, looking at my belly and thinking about how my life had taken a new direction. I don't think I'm even the same person I was two months ago.

I remember going to therapy and discussing this issue, and the simple fact of looking at my life, accepting my mistakes, and moving on is a big change. It's not just me saying that.

I think my biggest change came when I recently looked in the mirror and stopped waiting for “the big day.” I don't need to change my style of dress or hairstyle to become a better version of myself, when what's really important is my habits (or so I think).

For years, I waited for Monday, the beginning of the month, and even New Year's to take the plunge. The excuse was well served to not start. It's so funny that I remember once, I didn't change my habits until I changed my look, and the more I think about it, the more I smile at that reasoning.

I admit it openly, I felt guilty and ashamed for many reasons. There were decisions made impulsively and even in my worst moments of vulnerability.

Now that I think about it, even after some time had passed, I was still thinking about where I should run away to, and if I'm honest, one of the most significant changes I've had is understanding that I must and have the right to make mistakes in order to mature.

Being 20, 30, or 50 doesn't exempt me from making mistakes. Sometimes I don't even know why we link age to that, but today I openly accept that even though part of me regrets a million things, the other part knows that they had to happen and no one can judge me, least of all me.

Some changes are inevitable, others are involuntary, and some come from the worst storms. I'm not sure if it's obvious to everyone around me that I'm not the same person I was a month or two ago, but what I do know is that in my heart and soul, I feel more and more at peace with what I have achieved and what I represent.

And what represents me and speaks for me is in front of the whole world right now, and it has nothing to do with the woman I was yesterday, because this new version understands that there are sudden changes that fill your whole being.