Guerrilla por el centro de Cuba: continuación / Warfare in central Cuba: continuation. (EN/ES)

Nota: Si no has leído la primera parte de esta emocionante aventura por el centro de Cuba, te recomiendo que lo hagas para que retomes el hilo. Solo tienes que tocar aquí.

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Segunda parte.

Al amanecer del otro día, dos de nosotros hicieron de exploradores y salieron a buscar posibles senderos para poder por fin dominar al San Juan, pero en vano. Hasta entonces seguíamos llenando de marcas a la vegetación esperanzados de encontrar el camino correcto, pero solo logrando que futuras expediciones caminaran en círculo siguiendo nuestras pistas. Ese día, tres de nosotros, incluido yo, dada la escasez de agua por el tiempo perdido, tuvimos que recorrer hacia atrás el largo y trabajoso trecho hacia la cabaña de Chávez para abastecernos del líquido.

Luego de perdernos también varias veces intentando por los senderos habidos y por haber -ya que para atrás el camino adopta una forma diferente completamente-, y de lograr regresar por la tarde noche, el resto de nosotros explorando casi logran llegar al Himalaya, pero al San Juan… por gusto. Ese día acampamos en la ladera de una montaña a ochocientos setenta y algo de altura, mirando con mala cara al susodicho pico porque lo teníamos justo en frente, pero con vistas que nos hacían llenar nuestras almas y vomitar unicornios; bello amanecer el del día siguiente.

Decidimos regresarnos para atrás dada la imposibilidad de llegar a la cima, y continuar hacia Topes. Así que caminamos nuevamente hacia el pueblo de El Nicho y cogimos un camión de vuelta a Cumanayagua, en donde nuestro mal olor de días perdidos sin bañarnos, provocaban la repulsión de los demás pasajeros, ya que podíamos ser considerados una amenaza para la biodiversidad.

Por suerte nos pudimos hospedar de nuevo en donde lo hicimos el primer día; descubrimos que aquella Normita, la anfitriona, era nuestro ángel de la guarda; nos preparó tremendo banquete que después de días de caminatas estando perdidos en las montañas, recibimos como si fuera una marcha triunfal al paraíso mismo. Le debemos mucho a aquella alma tan pura que nos salvó la vida, ¡te queremos Normita!

Al día siguiente, luego de encontrarnos con la falta de humanidad de la gente de la terminal y sus injusticias, cogimos un camión que nos dejó en un punto, desde donde caminamos un buen trecho por carretera y con una respetada inclinación, que nos hizo sentirnos partes de nuestro cuerpo, hasta entonces desconocidas. Logramos llegar a Topes de Collantes, en donde nuestra estancia fue más suave, ya que acampamos en el Aviario y descubrimos lugares como el Salto de Vegas Gandes y el Salto del Caburní. Allí disfrutamos aquellas maravillas de la naturaleza, esas cascadas espectaculares, esa agua tan placentera… aquellos lugares hacían purificar no solo el cuerpo, sino también el alma; eran delicias para los sentidos.

Y así llegamos al último capítulo de nuestra aventura. Luego de despedirnos de aquel entorno fascinante, nos dirigimos hacia el poblado de El Chorrito; un pueblo custodiado por las nubes entre las montañas, esperando poder conseguir algún medio de transporte que nos trasladara hacia Trinidad. Y así, resultó que tuvimos que intentar varias veces parar los camiones que por ahí pasaban, pero en vano. Sin embargo, preguntando dimos con el teléfono de una persona que poseía un camioncito y que se dedicaba a hacer viajes hacia allá. Pues pudimos llegar a un acuerdo con él, y como al mediodía, ya estábamos rumbo a esa histórica ciudad.

Llegamos luego de un recorrido además de peligroso, divertido por su parecido con una montaña rusa. Así, nos hospedamos en tres lugares cercanos los unos de los otros, gracias a la gestión previa de una de nuestras compañeras. Aquello sí era ya turisteo, pero nos vino muy bien para relajarnos antes de regresar para La Habana.

En Trinidad, nos dedicamos a recorrer esa maravillosa localidad de nuestro país; conocer sus museos, sus calles, sus gentes, su antigüedad bien conservada. Se trataba de una ciudad entre las montañas y el mar. La vista desde la torre de aquella iglesia, las competencias de casino en el parque, el espagueti de Patry, los juegos de noche en la habitación, la malteada de Jarvis… Fue muy linda Trinidad con nosotros, a pesar de no poder haber ido a Playa Ancón ni al Valle de los Ingenios.

Y así, luego de terminada la aventura, nos movimos a Santi Spíritus para de ahí coger algo para nuestro origen. Y sin embargo, a pesar de dejar atrás poco a poco, con cada revolución de las ruedas del camión en el que viajábamos, a aquellos fantásticos lugares con nuestras huellas, sentimos que nos llevábamos más, que volvíamos más llenos y no de equipaje, sino de historias, de amistad, de aprendizajes, de vida, de ganas de llegar a la Luna o al fondo de la Fosa de las Bermudas si fuera necesario, pero siempre juntos.

Fue una aventura fantástica, muy complicada según los más experimentados de nosotros. Hubo momentos en los que solo me importaba estar vivo, pues estaba perdido, mojado, sucio, cansado, lleno de equipaje, hambriento. Tal vez si hubiera sido otro grupo, me hubiera arrepentido rápidamente y mandado todo al carajo, pero es que mi grupo; este grupo del ya me siento miembro, es una de las mejores cosas que nos ha pasado a todos. Por favor… ¡somos El Atropello!

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English version

Note: If you have not read the first part of this exciting adventure through central Cuba, I recommend that you do so so that you can pick up the thread. You just have to touch here.

Second part.

At dawn the next day, two of us acted as scouts and went out to look for possible trails to finally master the San Juan, but in vain. Until then, we continued to mark the vegetation in the hope of finding the right path, but only succeeded in getting future expeditions to walk in circles following our tracks. That day, three of us, including me, given the scarcity of water due to the lost time, had to walk backwards the long and laborious stretch to the Chavez hut to supply ourselves with the liquid.

After also getting lost several times trying every trail there is -since backwards the road takes on a completely different shape-, and making it back in the evening, the rest of us almost made it to the Himalayas, but to the San Juan... in vain. That day we camped on the side of a mountain at an altitude of eight hundred and seventy something, looking with a bad face at the aforementioned peak because we had it right in front of us, but with views that made us fill our souls and vomit unicorns; beautiful sunrise the next day.

We decided to turn back given the impossibility of reaching the summit, and continue to Topes. So we walked back to the town of El Nicho and took a truck back to Cumanayagua, where our bad smell of days lost without bathing, provoked the repulsion of the other passengers, as we could be considered a threat to biodiversity.

Luckily we were able to stay again where we did the first day; we discovered that Normita, the hostess, was our guardian angel; she prepared us a tremendous banquet that after days of trekking being lost in the mountains, we received as if it were a triumphal march to paradise itself. We owe a lot to that pure soul who saved our lives, we love you Normita!

The next day, after encountering the lack of humanity of the people of the terminal and their injustices, we took a truck that left us at a point, from where we walked a good stretch by road and with a respected inclination, which made us feel parts of our body, until then unknown. We managed to reach Topes de Collantes, where our stay was smoother, since we camped in the Aviary and discovered places like the Salto de Vegas Gandes and the Salto del Caburní. There we enjoyed those wonders of nature, those spectacular waterfalls, that water so pleasant... those places made purify not only the body, but also the soul; they were delights for the senses.

And so we reached the last chapter of our adventure. After saying goodbye to that fascinating environment, we headed towards the town of El Chorrito; a town guarded by the clouds between the mountains, hoping to get a means of transportation that would take us to Trinidad. And so, it turned out that we had to try several times to stop the trucks that passed through there, but in vain. However, by asking around we found the telephone number of a person who owned a small truck and who was dedicated to making trips there. We were able to reach an agreement with him, and by noon, we were on our way to that historic city.

We arrived after a journey that was not only dangerous, but also fun because of its resemblance to a roller coaster. We stayed in three places close to each other, thanks to the previous arrangement of one of our companions. That was already sightseeing, but it was very good for us to relax before returning to Havana.

In Trinidad, we toured this wonderful town of our country; we visited its museums, its streets, its people, its well-preserved antiquity. It was a city between the mountains and the sea. The view from the tower of that church, the casino competitions in the park, Patry's spaghetti, the night games in the room, Jarvis' milkshake... Trinidad was very nice to us, even though we could not go to Ancon Beach or the Valle de los Ingenios.

And so, after the adventure was over, we moved to Santi Spíritus to take something for our origin. And yet, despite leaving behind little by little, with each revolution of the wheels of the truck in which we were traveling, those fantastic places with our footprints, we felt that we were taking more with us, that we were returning fuller and not of luggage, but of stories, of friendship, of learning, of life, of the desire to reach the Moon or the bottom of the Bermuda Trench if necessary, but always together.

It was a fantastic adventure, very complicated according to the most experienced of us. There were times when I only cared about being alive, as I was lost, wet, dirty, tired, full of baggage, hungry. Maybe if it had been another group, I would have quickly regretted it and sent everything to hell, but it is that my group; this group of which I already feel a member, is one of the best things that has happened to all of us. C'mon... we are El Atropello!

Créditos / Credits

Imágenes utilizadas / Image used:

Todas las imágenes fueron tomadas con mi entonces Xiaomi Redmi 6A / All images were taken with my then Xiaomi Redmi 6A.

Traducción / Translation:

DeepL