Durante el verano las plantas por lo general se ven muy afectadas, muchas llegan a morir y otras tantas la pasan realmente mal, aun cuando las plantas sean de climas áridos y estén acostumbradas a no recibir agua, las altas temperaturas las afectan demasiado al punto de secarse por completo, sin embargo, las más resistentes se niegan a morir y dan todo de sí, esperando las divinas gotas de agua que trae consigo el invierno; este año el verano ha sido bastante avasallante, por lo que, y aunque en ciertas áreas de mi pueblo, aún se siente la frescura y el verdor de la naturaleza, ciertamente ha afectado mucho más que los años anteriores, temperaturas altas y un son implacable hacen que las plantas menos atendidas sucumban ante él.

Aun cuando están ya a punto de morir, podemos encontrar belleza en estas, la resistencia a lo que inminentemente sucederá, nos hace pensar que siempre debemos ser como estas plantas, seguir peleando hasta que simplemente ya lo hallamos entregado todo. Ver un cactus seco, es algo bastante difícil a decir verdad, pues estos están diseñados por la naturaleza para aguantar la sequía más que otras plantas, sin embargo, tienden a morir de otras maneras, este pequeño que aquí les comparto está a punto de perder la pelea, pues decidió nacer donde apenas había tierra, sobre una losa de concreto en donde solo se quedó un pequeño montón de arena que dejaban las lluvias, es decir no tiene sustrato suficiente para echar buenas raíces que le permitan guardar el agua que necesita para sobrevivir a un duro e implacable verano.

Una bromelia floreció, dejando como fruto una pequeña piña de jardín, como se le conoce comúnmente, la bromelia se secó, sin embargo, la piña allí está aferrada a lo que queda del tallo que la sostenía a la planta, guardando aún un poco de color, Otras plantas de alguna especie de maleza aun cuando ya casi no tienen hojas, conservan algo de su verdor característico e incluso se pueden observar algunas flores en ellas, hermosas a mi parecer, y mucho más cuando nos encontramos un paisaje de sequía, con hojas secas, mucho amarillo y marrón por doquier. Por último, y aunque fue bastante difícil poder verlo, me encontré con un pequeño saltamontes muy bien camuflado entre ese paisaje de colores tan similares a su vestido de verano, qué buena manera de esconderse de los depredadores.

Estas bellezas que encontré ayer, son para mí un mensaje subliminal, diciéndome que aun cuando todo pinta muy mal, y que probablemente empeore no debemos dejar de luchar con todo lo que tengamos, pues probablemente otros estén en peores condiciones, ¡Mientras haya vida hay esperanza! Solía decir mi abuela, y cuánta razón hay en esa sola frase.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas con mi cámara Nikon D80, editadas con Snapseed}

Gracias por tomarse el tiempo de leer esta publicación, si tiene alguna pregunta, crítica o sugerencia, la agradecería que la pusiera en la caja de comentarios, y recuerda, ¡Tú también puedes hacer magia en la cocina ya dondequiera que vayas!

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