Hello friends, I hope you are all doing great!🌻

Today I want to share with you a place that I found impressive and full of color. I had never had the opportunity to see a salt flat in person, and I would have loved to see it in all its reddish splendor, but this time it wasn't possible... The Las Cumaraguas Salt Flats are located in Falcón State, northeast of the Paraguaná Peninsula. The name “Cumaragua” comes from a pink-shelled crab that means “pink foam” in the indigenous language.

Cuando llegué, el cielo estaba despejado y el sol se reflejaba sobre las aguas con un tono rosado claro, casi tímido. Me dijeron que el color varía según la época del año, y que ese rosa suave era señal de un ciclo natural.

As I walked around the site, I came across men working the salt by hand, with shovels and wheelbarrows, forming white mountains that glistened in the sun. There was no noisy machinery or industrial processes: just human effort, a leisurely pace, and respect for the land. I was moved to see how this work, as old as the sea itself, lives on in the hands of people who know the land as if it were an extension of their own bodies.

Next to the salt flats, they sold pieces of pink salt that looked like quartz crystals, while others had whimsical shapes that nature had slowly sculpted. I stared at one in particular, wanting to buy it and take it home as a souvenir, but space on my motorcycle was limited, and I had to leave it behind. Sometimes the most valuable souvenirs don't fit in a backpack, but remain in your memory.

The locals told me that at dusk, the salt flats are transformed by the colors of the sunset reflecting on the water, creating a spectacle that would surely leave me speechless. I returned from the Camaraguas salt flats without my salt crystals, but I think the most important thing was to live the experience and take away the memories.

Hola amigos, espero se encuentren super bien!🌻

Hoy les quiero compartir un lugar que para mi ha sido impresionante y lleno de color, nunca habia tenido la oportunidad de ver una salina en vivo y directo y me hubiese encantado verda con su color rojizo en todo su esplendor,pero en esta oportunidad no me fue posible...Las Salinas de Las Cumaraguas, se encuentran en el estado Falcón, al noreste de la peninsula de Paraguaná y el nombre “Cumaragua” viene de un cangrejo de caparazón rosado que en lengua indígena significa “espuma rosada".

Mientras recorría el lugar, me encontré hombres trabajaban la sal de forma artesanal, con palas y carretillas, formando montañas blancas que brillaban bajo el sol. No había maquinaria ruidosa ni procesos industriales: solo esfuerzo humano, ritmo pausado y respeto por la tierra. Me conmovió ver cómo esa labor, tan antigua como el mar, sigue viva en manos que conocen el terreno como si fuera una extensión de su cuerpo.

A un lado de la salinas, vendían trozos de sal rosada, que parecían cristales de cuarzo, otros tenían formas caprichosas que la naturaleza había esculpido sin prisa. Me quedé mirando uno en particular con ganas de comprarlo y llevarlo como recuerdo, pero el espacio en mi moto era limitado y tuve que dejarlo atrás. A veces los recuerdos más valiosos no caben en una mochila, sino que se quedan en la memoria.

Los habitantes de la zona e dijeron que al caer la tarde, las salinas se transforman con los colores del atardecer que se reflejan sobre el agua crean un espectáculo que seguramente me dejaría anonadada. Regrese de las salinas de Camaraguas sin mis cristales de sal, pero creo que lo mas importante fue vivir la experiencia y llevarme lo vivido.