Relaxed Saturday At Home





Hoy decidí quedarme en casa, aunque teníATURDAYa planes de salir al centro comercial para almorzar y dar una vuelta, algo dentro de mí pidió quedarme en casa y pues me escuché, me quedé en casa sin culpa y con ganas de disfrutar lo cotidiano. Sin dudas la estrella del día fue una pizza de pepperoni que hacía tiempo no preparaba. Desde la masa, hecha con paciencia hasta cada ingrediente que milagrosamente tenía en casa, fue un ritual delicioso y el aroma que invadió mi cocina, me hizo sentir que la decisión de quedarme en casa y cocinar valio la pena.
Después, me entregué al sofá y me sumergí en una película que tenía pendiente y para cerrar la noche con un broche de sabor y tranquilidad, me serví una copa de vino que disfrute mientras revisaba algunos pendientes en línea. Este sábado no fue ruidoso ni agitado, fue sencillo y mío, y en su quietud encontré una dosis de bienestar que no estaba en la agenda, pero sí en el alma.
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