Sunday at the farm to get out of routine✨

Debido a la enfermedad de mi abuela estoy viajando casi que semanalmente a mi pueblo para verla, gracias a Dios, todas las condiciones se han prestado para ir frecuentemente a verla y pasar tiempo con ella, apoyarla en sus tratamientos y lo más importante darle tiempo de calidad. Donde ella vive es bastante lejos de la ciudad, ya que para llegar a mi pueblo es una hora de carretera y para llegar a la finca donde ella vive son como dos horas más de viaje.

Es un viaje sumamente cansón, pero vale la pena por verla feliz, sé que su carita cambia cuando llegamos y empieza a contarnos todo lo que siente o a bromear con nosotras (mi mamá y yo), a contarnos cuáles gallinas sacaron huevos, o los posibles gallos nuevos. Todo para ella es importante, y a mí me encanta oírla, para que sienta que no está sola y que es tan importante para nosotras como lo somos para ella.

Cada vez su apetito va disminuyendo, así que opté por comprarle una proteína en polvo, para complementar su alimentación, darle algo fácil de digerir y con un buen sabor, más allá de un alimento que sea una fuente de proteína y aminoácidos que ella necesita.

A mí me encanta visitar a mi abuela, porque ir a la finca es muy tranquilo, no hay ruido de carros, humo, contaminación, nada en lo absoluto, solo clima de invierno, lluvias, olor a tierra mojada, animales, el canto de las aves y mi familia, ese refugio donde siempre encuentro paz para salir de la rutina.