Hola mis buenos amigos de #Hive, espero que tuvieran un excelente fin de semana, principalmente de descanso. Este domingo lo que había planificado era lavar, quien se iba a imaginar que íbamos a pasar el día en el Entronque de San Luis. Salimos bien temprano en la mañana en el tribilingo del tío Jorge, rumbo a donde vive la abuela de @mariolisrnanjo. Que su primo había llegado de sorpresa y nos invitó a pasar el día allá con el resto de la familia. A mi niño le encantó la idea, porque allá hay varios muchachos con quienes jugar y buen terreno.

Cuando llegamos, ya todos estaban de pie y en funciones, se estaban batiendo con un cochino que habían sacrificado para la ocasión. La abuela, cuando nos vio llegar, se puso muy contenta. Ella lo que tiene es delirio con Mariolis, pues se crio acá en su casa cuando niña. Enseguida se puso a ayudar en la cocina y me puso a pelar las yucas del almuerzo, mientras tanto observaba a Eduardo jugando con los demás niños.

Fui, como de costumbre, a dar una vuelta por el patio, a ver los animales, pero los que más me llaman la atención son la pequeña cría de conejos, porque me recuerda que una vez tuve uno en mi casa. Al rato fueron llegando los amigos de la casa, incluso saludamos el anfitrión de la actividad. Algunos de los presentes ya los conocía de otras ocasiones en que he venido aquí.

Cuando llegué y vi a los tíos de Mariolis en aquella mesa, fajados con lo que se podía apreciar que era tremendo animal, me acordé de aquellos tiempos en mi casa, en los que se sacrificaba un cochino en los días festivos. Estas prácticas se han ido perdiendo, son pocas las familias que se lo pueden permitir en estos tiempos. No te mentiría si te digo que casi, había olvidado el rico sabor de la carne de cerdo. Creo que estábamos comiendo la carne del año, que por cierto, los chicharrones quedaron espectaculares.

A los alrededores de la casa de la abuela hay muchos árboles frutales, predomina el mango, que aún estamos en su etapa del año donde este fruto se roba el gusto de todos. También había guayaba, limones, entre otros frutos como el mamoncillo, que apenas descubría con los muchachos que allí existía. La mata de mamoncillos estaba bien surtida de este perseguido fruto, como un muchacho más, tomé una vara para cortar algunas ramas bien pobladas.

Comparado con los que había probado en casa, aquellos eran almíbar. Acá no hay conexión a internet, apenas agarras cobertura para hacer alguna llamada o enviar un SMS. Es por eso que se hacen de estas antenas, que son producto del ingenio del cubano, la colocan en los techos de las casas para agarrar la 4G. Me brindaron whisky, ron, pero lo que me mata a mí es la cerveza, así que cuando llegaron las frías, me tomé toda la que me dieron, hasta la que no me tomé creo en mi cumpleaños.

Cuando se comenzaron a despedir las personas, fui a almorzar. Todo estaba muy rico, especialmente la carne, aunque había comido cantidad de masas de puerco y chicharrones mientras tomaba cerveza. En la tarde, mientras conversábamos, nos sorprendió un aguacero con buen viento, que parecía una tormenta, pero nada que lamentar. Más bien una bendición para esta lugar, en donde la lluvia se desaparece con frecuencia.

Antes de oscurecer regresamos de la misma manera en que vinimos, en el tribilingo del tio Jorge, siempre con mucho cuidado porque es un horario en el que el tráfico se pone complicado. Si no fuera por lo difícil que es tomar un transporte para casa de la abuela, la verdad es que no dejaríamos de ir algún que otro fin de semana. Porque es un sitio bien familiar, en donde se disfruta de la buena compañía y la tranquilidad del campo. Ha sido un día espectacular, como esos que son dignos de repetir. ¿Que tal el tuyo?

Las imágenes utilizadas en el post son de mi propiedad, tomadas con mi móvil Xiaomi Redmi Note 10 S. Textos llevados al Inglés por Deepl Traslate.

ENGLISH VERSION (click here!)

Hello, my good friends at #Hive. I hope you had a great weekend, especially a restful one. This Sunday, I had planned to do laundry, but who would have thought that we would spend the day at Entronque de San Luis? We left early in the morning in Uncle Jorge's tribilingo, heading to where @mariolisrnanjo's grandmother lives. Her cousin had arrived unexpectedly and invited us to spend the day there with the rest of the family. My son loved the idea because there are several kids to play with and plenty of space.

When we arrived, everyone was already up and about, busy with a pig they had slaughtered for the occasion. Grandma was very happy when she saw us arrive. She is crazy about Mariolis, who grew up here in her house as a child. She immediately started helping in the kitchen and put me to work peeling the yucca for lunch, while I watched Eduardo playing with the other children.

As usual, I went for a walk around the yard to see the animals, but the ones that caught my attention the most were the little baby rabbits, because they reminded me that I once had one at home. After a while, the family's friends arrived, and we even greeted the host of the activity. I already knew some of those present from other occasions when I had been here.

When I arrived and saw Mariolis's uncles at that table, busy with what I could see was a huge animal, I remembered those times at my house when a pig was slaughtered on holidays. These practices have been lost; few families can afford it these days. I wouldn't be lying if I said that I had almost forgotten the rich flavor of pork. I think we were eating the meat of the year, and by the way, the pork rinds were spectacular.

Around my grandmother's house, there are many fruit trees, mainly mango trees, as we are still in the season when this fruit is everyone's favorite. There were also guava, lemons, and other fruits such as mamoncillo, which I was just discovering with the boys there. The mamoncillo tree was well stocked with this sought-after fruit, and like any other kid, I took a stick to cut some well-populated branches.

Compared to the ones I had tasted at home, these were like syrup. There is no internet connection here, you can barely get coverage to make a call or send an SMS. That's why they make these antennas, which are the product of Cuban ingenuity, and place them on the roofs of houses to get 4G. They offered me whiskey and rum, but what I really love is beer, so when the cold ones arrived, I drank everything they gave me, even the ones I didn't drink on my birthday.

When people started to leave, I went to lunch. Everything was delicious, especially the meat, although I had eaten a lot of pork and pork rinds while drinking beer. In the afternoon, while we were chatting, we were surprised by a downpour with strong winds, which looked like a storm, but it was nothing to complain about. Rather, it was a blessing for this place, where rain is a rare occurrence.

Before dark, we returned the same way we came, in Uncle Jorge's tribilingo, always taking great care because it is a time of day when traffic gets complicated. If it weren't for the difficulty of getting transportation to Grandma's house, we would definitely go there every other weekend. Because it's a very family-friendly place, where you can enjoy good company and the tranquility of the countryside. It was a spectacular day, one of those days worth repeating. How was yours?

The images used in the post are my property, taken with my Xiaomi Redmi Note 10 S mobile phone. Texts translated into English by Deepl Translate.

Edited in canva.