Gifts from my son to his teachers. Eng-Esp

One of the most beautiful things we can teach our children is to be grateful. When you are grateful from the heart, you see life in a positive way and you can attract good things. That is why I try to teach my son to say thank you, to offer a small gift as a token of gratitude, and above all to value people's efforts and good intentions.

Early childhood teachers become guides who go beyond the educational realm. It's not just about learning to read and write; it's about all those lessons disguised as games or songs that become experiences they will carry with them throughout their lives.

My son and I prepared a very simple but lovingly crafted gift to give to all the teachers who were part of his kindergarten education, as a token of gratitude for leaving an indelible mark on my son's life. Yes, indelible, and I am not exaggerating, because each of them, through their vocation, transmitted and taught my son many things that will be part of his life forever, even if he does not even remember who was the first to teach him.

On Monday, while the teachers were preparing the facilities for the graduation ceremony, we went to the preschool and surprised them with a flower made by us, a photo collage, and a special message for each of them. Of course, we couldn't forget some chocolate to sweeten their morning a little.

I felt a little bad interrupting them, but that feeling quickly passed when I saw their reaction. They were happy to see my son and were grateful for the gift. We couldn't find two of his teachers that day, but we gave it to them yesterday at his graduation ceremony. It was a very beautiful and special moment, and of course we had to take photos. Today I am happy to share them with you.

Una de las cosas más bonitas que podemos enseñarles a nuestros hijos es ser agradecidos, cuando agradeces desde el corazón, ves la vida de una manera positiva y puedes atraer cosas buenas, por eso trato de enseñarle a mi hijo, a dar las gracias, a ofrecer un detalle como una muestra de agradecimiento y sobre todo a valorar el esfuerzo y las buenas intenciones de las personas.

Los profesores de la infancia, se convierten en esa guía que traspasa el área educativa, no es solo aprender a leer y escribir, son todas esas enseñanzas disfrazadas de juegos o canciones, que se convierten en experiencias que llevarán consigo toda su vida.

Mi hijo y yo preparamos, un detallito muy sencillo, pero elaborado con mucho cariño, para obsequiárselo a todas las profesoras que formaron parte de su proceso de formación en el jardín de infancia, como una muestra de gratitud, por dejar una huella imborrable en la vida de mi hijo, sí, imborrable y no exagero, porque cada una de ellas a través de su vocación le transmitió y enseño a mi hijo muchas cosas que serán parte de su vida por siempre, aun cuando él ni siquiera recuerde quien fue el primero en enseñarle.

El lunes, mientras las profesoras estaban preparando las instalaciones para la ceremonia de graduación, fuimos al preescolar y las sorprendimos con una flor realizada por nosotros, un collage de fotos y un mensaje especial para cada una de ellas, por supuesto no podía faltar un chocolate para que endulzaran un poco su mañana.

Me dio un poco de pena interrumpirlas, pero se me paso rápido al observar su reacción. Estaban felices de ver a mi niño y se mostraron agradecidas por el detalles. No encontramos a dos de sus profesoras ese día pero se lo entregamos, ayer en su acto de graduación. Fue un momento muy lindo y especial, por supuesto las fotos no podían faltar, hoy estoy feliz de compartirlas con ustedes.