Dirán que la magia no existe...
Por un tiempo lo creía cierto, hasta que una tarde ví sus ojos a la distancia, me miraban con intensidad, desbordando en mí una satisfacción que no tenía idea de dónde venía.

Guardé esas sensaciones...
No iban de la mano con lo que ya había decidido; caminar solamente junto a mis Soles multicolores. Disfruté sin darle vueltas al asunto, sin embargo, destacó en los momentos que menos esperaba.

Estrategias nacieron ese mismo día...
Desafiar a las mujeres para conseguir un ramo, despertó el interés en mi soltería, mi corazón estaba alineado con tonos azules, nunca pensé resaltar aquel día, el destino estaba desafiante.

Preguntas indiscretas salieron a la luz...
La confusión me abrumó, me volví a topar con sus ojos, quería huir de la situación pero no de su cercanía, la sensatez acudió a mí, mis Soles me taparon y digna me fuí a componer otra historia.

No puedo controlar al universo...
Lo entendí cuando el arte en sus ojos me volvió a encontrar, ya me fué imposible ignorar a ese ser que no se quemaba con la compañía de mis Soles, me invadió sin darme cuenta, hasta que un día lo amé más allá de la inmensidad.

Autoretrato