A nuestra vida llegan seres, que aún partiendo a su descanso eterno, dejan huellas que se materializan de alguna forma, en este caso, esta rosa solo me muestra a una amiga, cuya casa la mantenía llena de plantas, entre ellas este ejemplar.

Beatriz era lo que podemos llamar un personaje, un ser fuera de serie, con algunas peculiaridades que la definían, como la excesiva fe en el ser humano, como en ella no había maldad creía que todos los demás tenían la misma naturaleza y caía en trampas y malicias del ser humano sin que eso quebrara su manera de ser.

Ella fue la suegra de mi hija, la madre de mi yerno, la otra abuela de mis nietos. Su alma noble quedará plasmada en ellos, como ese piso fuerte donde afianzarse. Ser buena persona es una bonita herencia y un imprescindible ejemplo para seguir abonando, así como estas rosas.

Gracias por tu lectura.

Imágenes propias tomadas con mi teléfono Redmi9t.

@charjaim

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